5.07.2021

Keiko y Renshu

 Keiko y Renshu las clave del los dos tipos de entrenamiento que nos diferencia de los deportes.

Existe un diferencia en las Artes Marciales entre entrenamiento y practica, Renshu (Ren es hilo ,tomar los mejores hilos, Shu es aprender o sea Renshu es aprender tomando lo mejor y repetirlo en el entrenamiento) se le llama al entrenamiento del cuerpo pero en actividades "nuevas" , Keiko es el enteramiento o preparación del espíritu (Kei significa comparar y pensar y Ko antiguo) la practica del Keiko seria estudiar las tradiciones que los antiguos maestros han desarrollado las cual es se convirtieron en Tradiciones Japonesas (Nihon Bunka) , que no solo se refiere al Budo sino a actividades culturales como la Ceremonia del Te (Cha Do), Ikebana (arreglos florales, también Ka Do), Sho Do (escritura tradicional japonesa), Nihon Buyo (danza japonesa) , Shibai (teatro Kabuki, No o en general), Nihon No Ongaku (musica tradicional japonesa con Shimazen , Taiko etc), etc y tambien la practica de Budo como actividad cultural antigua japonesa, Keiko significa "reflexionar ,repasar el pasado" esta relacionado con la espiritualidad del entrenamiento y esta vinculado directamente con la conservación de tradiciones culturales japonesas (okinawenses en nuestro caso).
Siempre el entrenamiento Keiko esta dirigido por un maestro llamado oyakata , shihan , shidoin o sensei por que es el que transmite esa cultura antigua , en cambio en el Renshu no hace falta, incluso se entrena solo .
Tanto Keiko como Renshu sirven para mejorar técnicas o conocimientos. La diferencia fundamental es que Renshu se usa para deportes como básquet, futbol, tenis, ping pong , karate deportivo etc. o tambien aprender a escribir a multiplicar, a cocinar, idiomas etc. o todo lo que implique mejorar pudiendo hacerse solo incluso modificado e inventando cosas, en cambio en Keiko no se modifica nada de lo que se aprende por que se consideran a los antiguos maestros el máximo ideal a alcanzar de lo que hay en el pasado, nos acercamos a esa tradición cultural de esa forma sin innovaciones


3.19.2021

Contenidos culturales y psicológicos de la kata de karate


Contenidos culturales y psicológicos de la kata de karate

"Karate es Kata y Kata es karate", es muy escuchada la frase que intenta explicar que es karate y se hace con la intención de inducir en el estudio de las katas, confirmando que allí esta la respuesta.
Kata literalmente significa "forma, patrón o modelo", de inmediato se piensa ¿forma de qué?
Si se quiere entender para que aprendemos, entrenamos y ejecutamos las katas buscando su perfección, se debe investigar la historia de Okinawa, las religiones y filosofías que en ella ingresaron, y el entorno socio-cultural que desarrollo al karate-do.
Sabemos que Okinawa siempre fue un etnia pacifica, con la necesidad de mostrar cuan peligrosos podían ser si molestaban o atacaban sus aldeas, por ello desarrollaron un sin numero de leyendas de dioses / diablos (Kami) que los protegían; adornando la entrada o techos de las casas con el símbolo del dios de la guerra Hachiman del panteón Shinto (tres comas girando a la derecha que hacen referencia a los vientos) o de animales feroces como los Shiizas (leones) construidos en arcilla, el macho con la boca abierta y la hembra con la boca cerrada (tiene un pequeño orificio en la comisuras) objetos que los vientos dan sonidos a sus fauces, ambos con el ceño en actitud de enojo con intención de asustar a quienes se acercaban; dichos leones provienen de la cultura hindú a través de los mercaderes que viajaban a la India; podemos destacar que en Okinawa nunca hubo leones y por ello tanto temor. Hoy en día se puede observar la pareja de Shiizas o el símbolo de Hachiman en los techos o entradas de cada casa como símbolo de la cultura Okinawense.
Basándonos en este dato podemos establecer la teoría que en Okinawa se desarrollo el arte de representar "cuan peligroso soy" y karate aporto con el relato de leyendas míticas de sabios guerreros poderosos e imbatibles, pero esto no bastaba había que producir una imagen que de credibilidad a dichos relatos; así se iniciaron las exhibiciones publicas en el siglo XV donde se ejecutaban las formas (kata) de un combate preestablecido viéndose un hombre realizando movimientos de ataque y defensa contra enemigos imaginarios, demostrando el ejecutante cuan hábil y poderoso era, a ello se suman la rotura de diferentes objetos como palos, piedras, troncos secos, pedazos de embarcaciones o enfrentar animales con la intención de golpear o matar a golpes de puño; esto genero temor hacia los practicantes de karate por su gran poder físico.
Existen dos corrientes de katas, una proveniente de China y la otra autóctona de Okinawa, a la primera podemos mencionar las formas en las que se destacan los gestos de animales o insectos; a la segunda dioses, guerreros y animales reales o mitológicos.
En la actualidad se pueden clasificar según el origen:
Shuri-Te, Tomari-Te y sus derivados: dioses, guerreros y animales felinos.
Naha-Te y sus derivados: aves, felinos e insectos y hombres en lucha.
Pangai-noon y sus derivados: dos animales reales, grulla y tigre, y un animal mitológico el dragón.
Las katas más conocidas y difundidas en el mundo actual pertenecen al Shuri-Te y Naha-Te o un sincretismo de ambos.
Otra hipótesis sobre la función de las kata es que fueron medios de comunicación, un ejemplo es la kata Passai (Bassai) de Shuri -Te que su nombre significa "atravesar la fortaleza" , aquellos que la conocen y ejecutan comprobarán que es un relato táctico de ataque a un castillo, los movimientos se asemejan a gestos de un maestro de ceremonias quien reproducía las ordenes de un general estacionado en lo alto de una colina a las falanges de guerreros en el campo de batalla; las comunicaciones fueron y son de vital importancia en el desarrollo de las acciones de guerra en todas las civilizaciones y fueron realizadas en la era feudal por un conocedor de gestos corporales o de señales con banderas que utilizaba en código solo conocido por las tropas de su bando.
Con lo expresado anteriormente hipotéticamente existe una posibilidad que algunas katas en su origen cumplieron un rol de comunicación en las batallas de la era feudal japonesa y transmitidas luego por las artes marciales hasta nuestros tiempos.
El objetivo y sus efectos
Si estudiamos e investigamos las katas comprobaremos que esta muy arraigada en el miedo, un sentimiento que acompaña al ser humano desde los orígenes y siempre existente, que en el transcurso de la vida de un individuo se transforma y expresa de mil maneras.
Desde la antigüedad se le teme a los dioses, guerreros, animales o insectos quizás reales o imaginarios, solo pensar en ellos activa nuestras sensaciones.
Hoy comprobamos la poderosa fuerza de las imágenes que nos rodean e inundan nuestros sentidos a través de los medios de comunicación, ya sean visuales interactivos o gráficos, todos procuran convencer por medio de las imágenes y eso es lo que pretendemos cuando ejecutamos una kata, producir una imagen poderosa y convencer con ella, el objetivo de la kata de karate es la realización de una mascara que contiene movimientos que representan dioses, animales y/o guerreros (elementos subjetivos) a quienes el hombre siempre teme, dentro de un ritual publico (exhibiciones, torneos, etc.) que busca demostrar "cuan peligroso soy" a quien observa.
Según expresa Roger Caillois en su libro "Los Juegos y los Hombres": el inexplicable mimetismo de los insectos ofrece de pronto una replica extraordinaria al gusto que el hombre encuentra en disfrazarse, disimularse, en ponerse una mascara, en representar a un personaje. Solo que esta ocasión, la mascara y el disfraz forman parte del cuerpo, en vez de ser accesorio fabricado. Pero en ambos casos sirve exactamente a los mismos fines: "cambiar la apariencia del portador y dar miedo a los demás" (sic).
Existen dos situaciones o entorno en la ejecución de las katas:
1) Ejecución colectiva
2) Ejecución individual
Ejecución colectiva
Si analizamos la estructura de una clase en los dojos, vemos a menudo un ritual similar a los cultos religiosos, por ejemplo al entrar saludamos con una reverencia al shomen (lugar central donde están los símbolos) para luego solicitar el ingreso al sensei (maestro) e incorporarnos a la kihon renshu (práctica básica), estos ejercicios físicos introducen nuestro cuerpo y mente en la práctica del karate; luego se ejecutan las katas (formas) que se pueden comparar con las oraciones, cánticos, recitaciones o letanías religiosas que tienen como objetivo unir a los feligreses en las plegarias y alabanzas, al igual las katas cumplen el mismo objetivo de unión entre los practicantes que ejecutan la forma corporal colectiva en la búsqueda de la asociación espiritual.
Ejecución individual
a) Publica
Tratemos de ubicarnos en la era del hombre primitivo viendo en la danza nocturna alrededor del fuego un ritual colectivo (utilizando el fuego como un elemento de unión que aporta luz y calor); donde el brujo representa un animal y el resto de los presentes los cazadores.
El brujo tiene sobre su cuerpo una piel y trata por medio de sus movimientos corporales asemejarse al animal que representa, teniendo como objetivo asustar a sus compañeros de ritual quienes imitan la caza del animal exteriorizando el miedo a través de los movimientos de esquives y ataques junto a un grito gutural interno, es el ritual liberador que antecede la cacería de mañana, por medio de esta danza alejaron sus miedos ya que cazaron el animal en ella, logrando hacerse valientes para conseguir el sustento de la tribu.
El ritual de la cacería imaginaria tiene gran valor para los cazadores ya que en ella hay técnicas y tácticas de caza y un alto contenido en emociones como la exteriorización del miedo, el instinto gregario (a formar grupo) y el servicio a la tribu, a través de los movimientos corporales unido a los gritos liberadores que ahuyentan el peligro existente, producían en el individuo un sentimiento de consuelo y fuerza mutua.
Por lo antes descrito el brujo es quien nos interesa ya que su vocación era dar valor a los cazadores a través de su arte de transformarse en animal durante el ritual, es quien obtenía la atención de los presentes siendo el centro del rito y convenciendo con su "forma" de animal.
Con la evolución y organización de las tribus el brujo se convirtió en el medio de comunicación con los dioses, y los representaba; como así también ordenaba y purificaba a los guerreros; como resultado este individuo enriqueció sus "formas" logrando mutar sus movimientos de animal, dios o guerrero y siempre catalizando el ritual con fuego.
Si trasladamos el ejemplo a nuestros días podemos encontrar en la ejecución de las "Katas" (formas) individuales de karate el antes detallado ritual, sin tener importancia el lugar pero si el entorno, para que logre ser un ritual debe haber un ejecutante y al menos un espectador; los karatekas al ejecutar una kata somos el brujo que dirige dicho ritual para lo cual tenemos una gran variedad de gestos gracias a los entrenamientos de los códigos técnicos ensamblados y coordinados como si fueran una danza, debemos ser muy convincentes con la ejecución procurando que el espectador centre su atención en nuestra representación ingresando en el rito ficticio de asustador y asustado debido a que nuestros movimientos se asemejan a un dios, animal o guerrero que desconoce percibiendo su miedo como una realidad momentánea; y de nuestra parte desarrollar una mascara con el objeto de sentirnos mas fuertes y seguros, simulando a seres poderosos que nos producen temor, admiración o deseo.
b) En soledad
Es necesario contar con el dominio de una kata (forma) para que su realización no perjudique la concentración. Sin necesidad de conocer varias, solo una kata puede conducirnos a la concentración adecuada a través de su repetición junto a la acción de la voluntad puede dar al ejecutante solitario la experiencia de unión de su cuerpo, mente y espíritu. Esta situación es utilizada por el karateka en momentos de necesidad física o emocional ambos subyugados y desorientados por el gobierno de la razón en la que el ejecutante busca desapegarse de esa razón a favor de la armonía espiritual y encontrar la alineación adecuada para la circunstancia que debe enfrentar.
Para ello se debe reconocer las tres constituciones que se alinean, ellas son: cuerpo, emoción y mente; el cuerpo es la demostración de nuestra existencia, las emociones son la fuente de nuestros sentimientos y la mente o intelecto nuestra capacidad de razonamiento, por ejemplo:
Al realizar una actividad física alinear: cuerpo-emoción-mente, dando satisfacción a la necesidad de movimiento físico y disfrutar las emociones con baja incidencia de la razón.
Al reunirse con un ser querido emoción-cuerpo-mente, por que ama debe estar presente con baja incidencia de la razón.
En el estudio o trabajo mente-cuerpo-emoción, por que se necesita del conocimiento que proporciona la mente y activa la razón, junto a la presencia física con baja incidencia de las emociones.
En el Budismo Zen se dice que la mente o razón es elemento de perturbación cuando gobierna nuestro ser, no así el cuerpo que nace puro y se desarrolla, ni la emoción que siente todo ser viviente durante su experiencia de vivir.
El cuerpo es de vital importancia para nuestra existencia y es lo que debemos cuidar, educar y purificar a través de la práctica del karate para un desarrollo de las emociones puras y buenas acciones en nuestra vida utilizando la razón.
La sensación que dejan las ejecuciones de katas en forma individual o colectiva, es una paz interior inigualable la cual queremos conservar.
Puede ser una imagen de una o varias personas, personas de pie e interior

3.12.2021

Las Katas

 

La kata o “La técnica es el hombre”

La noción de kata

Conocemos la existencia de las katas en todas las artes tradicionales japonesas, pero su estructura abarca ciertamente, un sentido mucho más amplio, el cual subyace en cada gesto, pero que las palabras son incapaces de definir coherentemente.

El término “kata” puede traducirse como “forma”, “molde”, “tipo”. Sin embargo al no disponer esquinantes en el pensamiento occidental, la noción que encierra permanece intraducible.

Las artes marciales y en particular el karate, nos ofrecen los ejemplos más precisos y más estrictamente formalizados de los katas. En este ámbito es donde se utiliza el término en cuestión: éste designa las bases de la transmisión del arte y su aprendizaje.

Propongo como punto de partida la siguiente definición de kata: “secuencia compuesta por gestos formalizados llevados a cabo con un estado mental orientado hacia la realización del camino (do)”

En la cultura japonesa “realizar el camino”  es sinónimo de alcanzar la técnica perfecta, lo cual se da en el hombre perfecto.

La realización de un kata es breve, aparentemente simple y precisa. Cada arte tiene pocas. En el karate tradicional, la mayoría delas katas tienen de 20 a 60 movimientos, una kata es siempre la transposición codificada de un combate real contra varios adversarios. A partir de una situación de inicio, cada vez distinta, se encadenan técnicas de ataque y defensa que responden a los supuestos movimientos de los adversarios. Todas las técnicas de karate se formalizan por medio delas katas, las cuales tienen un papel fundamental en la comunicación de las técnicas de combate.

El entrenamiento de la kata se realiza en solitario mientras uno centra su atención en los encadenamientos y busca la perfección técnica. El trabajo de una kata se extiende por años, a veces, una vida entera. Este trabajo pasa por diferentes etapas, esta es la razón por la cual no basta con entender la kata como una serie de formas o como un molde, sino más bien como el medio a través del cual se han fijado los conocimientos más amplios. Al comienzo de trata de crear la automaticidad de una serie de movimientos técnicos, los cuales tienen como meta la realización perfecta delas formas  y los movimientos. Al mismo tiempo también se trata de introducir un dinamismo y una potencia, factores importantes para obtener la máxima eficacia.

En la fabricación de un sable, la forma precisa dela hoja y la dureza del acero son dos aspectos  que debe equilibrar el trabajo del artesano. Un kata comprende tanto la forja del sable como el aprendizaje de su utilización.

A partir de una situación particular, cada kata muestra la posibilidad de un desarrollo y por lo tanto pone en juego técnicas de ataque y defensa que responden a los movimientos y estrategias que teóricamente tienen los adversarios, en consecuencia las diferentes katas proponen, al mismo tiempo que las técnicas, un aprendizaje de estrategias.

Un kata no es la obra de una sola persona sino la condensación de un saber tradicional. De la misma manera que un pintor aplica varias capas de pintura a su obra, las generaciones de practicantes han ido fijando en las katas las sumas de sus experiencias.

Un maestro de karate de muy alto nivel de principios del siglo XX respondió así a alguien que le pidió que le enseñara unas katas: “Yo solo conozco Naifanchin” (esta kata, por la cual en aquel entonces se iniciaba la práctica del karate, también se la conoce como Tekki Shodan)

Es cierto que, para él, aquella kata compuesta por unos 20 movimientos, abarcaba casi todas las técnicas transmitidas hasta el momento y a partir de esta única secuencia, era capaz de responder ante cualquier situación de combate. No obstante esto no significa que el no conociera el resto de las katas sino al contrario: había condensado todo su saber.

Esta anécdota ilustra dos hechos importantes. La kata contiene más de lo que se muestra a primera vista, cada movimiento es en realidad, la “memoria”  del movimiento en sí y de todas sus variantes posibles y el maestro y sus estudiantes los desarrollan durante años. El encadenamiento de movimientos sucesivos de la kata recuerda todas las posibilidades de estrategia, acción y reacción del adversario. No obstante su contenido no es simplemente una sucesión de detalles: cuando un maestro y sus estudiantes trabajan durante años el mismo movimiento y sus variantes, es el contenido global de este trabajo lo que da sentido a la kata.

Aunque el entrenamiento de la kata se haga en solitario, el adepto de un cierto nivel integra en ella sus experiencias de combate, al mismo tiempo que descifra posibles respuestas a las preguntas que se plantea. La kata es en cierta manera, un espejo, pero este solo puede reflejar lo que tiene delante. Si el practicante, por medio dela kata, sabe percibir la experiencia de sus predecesores, la kata representara un medio privilegiado para conocer al adversario y para conocerse a sí mismo.

En la práctica de las katas podemos distinguir dos aspectos: el de la instrucción. A través de la cual se aprende, como si fuera un alfabeto, ciertos movimientos técnicos que todavía no se conocen, y el dela utilización, a través del cual  se enriquece la propia experiencia.

En Japón esa forma de kata existe en todas las artes tradicionales lo que significa que los japoneses realizan los actos por medio de las estructuras de la kata –al menos este fue el sistema de pensamiento que impero durante el periodo Edo-. Recientemente Watsuji Tetsuro

Escribió que en la sociedad japonesa existe “una tendencia étnica a confiar en los actos intuitivos y a rechazar los actos adoptados por medio de la reflexión lógica”. La kata representa una manera de cultivar y reforzar el pensamiento intuitivo.

En las artes tradicionales japonesas, la meta de la kata es idéntica: realizar de manera perfecta una serie de movimientos transmitidos por la tradición que llevan a la  perfección por medio dela unión de técnicas gestuales y de una cierta disposición mental, el seguimiento del camino o la vía “do”.

La palabra “do” se traduce como “vía”, “camino”, “disciplina”, etc. No obstante, una vez más, ninguno de esos términos logra abarcar completamente el verdadero significado cultural de esta noción, ya que solo la plasman de una manera abstracta, parcial y superficial, sin llegar a comunicar su sentido más profundo.

El do se concibe como un camino que conduce a un estado mental que libera facultades humanas en los diferentes ámbitos de las artes. Este estado espiritual puede obtenerse por medio de la profundización en una disciplina. Este comporta un aspecto ético: para seguir el camino debemos seguir los preceptos que gobiernan el universo y por ende la sociedad. El proceso de perfeccionamiento en una disciplina – cualquiera que sea- comprende alcanzar la personalidad completa e armonía con los hombres y la naturaleza.

El ejemplo dela pintura a la tinta ilustra el papel que constituyen las katas en las artes tradicionales. Los modelos se elaboran a partir de ciertas formas naturales-los bambús, los árboles, las hierbas o ciertos paisajes. Por ejemplo, para hacer un bambú  de resaltan algunos aspectos delas hojas, los troncos y el bambú pintado destaca más que su modelo. Asi pues. Se trata de una forma de percepción y de sensibilidad socialmente establecida a través de la cual  aprendemos a mirar.

El aprendizaje de esta forma de pintura clásica pasa por la repetición y responde a reglas extremadamente precisas. Éste empieza trazado con el pincel diferentes formas y pone una atención  especial a la manera de acabarlas, curvarlas, difuminarla  ,etc., hasta la repetición perfecta de un repertorio clásico establecido. Paralelamente el estudiante trabaja también en una serie limitada de motivos naturales por medio de este mismo proceso de copias repetitivas. En este sentido, los motivos naturales se tratan de la misma manera que la caligrafía. Por lo tanto esta forma de pintura supone una visión social homogénea del medio natural, un consenso previo que dará sentido a los rasgos acentuados y que podemos encontrar al inicio de los poemas clásicos.

En consecuencia también  existe un modelo ideal  de berenjena unida al otoño, de la rana unida a la estación de lluvias, etc. estos modelos no deben tomarse como una simple interpretación platica del objeto, sino como un soporte de reflexión que evoca un momento del ciclo de la vida, con su sonido, olores y en definitiva con todas las impresiones que se asocien a ellas.

Las imágenes proceden de una vida estrechamente ligada a la naturaleza.

La kata es una formalización de una sensibilidad colectiva y por ello contribuye a entrenarla. Sin embargo el cuadro colectivo está unido a una involucración subjetiva y a partir del momento que el kata comienza a dominarse, este escapa a la simple repetición, aquí la formalización es particularmente blanda. De esta amanera al pintar una berenjena, el pintor repetirá, siguiendo los gestos requeridos, un cierto número de rasgos que habrá aprendido a reproducir, pero si la imagen está suficientemente interiorizada, detallara también particularidades del objeto de acuerdo al momento vivido.

Para que un repertorio muy diferenciado de signos se cristalice y se perpetúe, el kata eficaz supone la homogeneidad de un grupo social suficientemente limitado y sedentario.

Fuente : Kenji Tokitsu-Las Katas_


 

2.04.2021

Influencia sobre el ajuste postural

 Siguiendo con el apasiónate (e inagotable) tema de la flexibilidad hoy les dejo:


Influencia sobre el ajuste postural
La contribución efectiva de los ejercicios de extensión muscular a la eficacia del ajuste postural es un aspecto sobresaliente de esta capacidad motora que es muy poco tenido en cuenta por parte de los profesores de Educación Física en general y por los de gimnasia en particular. Según Le Baruch (1989), el objetivo del estiramiento muscular es combatir las tensiones residuales debidas al exceso de actividad física en el mantenimiento de la postura.
El análisis del equilibrio tónico postural humano admite numerosos y riquísimas perspectivas, todas ellas sin excepción, en estrecha relación, no obstante las dimensiones que específicamente nos interesan, debido al impacto que los estiramientos tienen sobre ellas, son cuatro: la mecánica, la refleja, la emocional y la energética.
Desde la primera, la postura humana normal suele considerarse como aquella en la cual se verifica una correcta alineación de los centros parciales de gravedad entre sí y de todos ellos en relación con el centro común de gravedad. Las hipertonías afuncionales tienden a aproximar los puntos de inserción muscular de un lado, desviando los centros parciales de gravedad de los segmentos, que ya no convergen alineados sobre el mismo eje longitudinal. Muchas veces la no resolución a tiempo de estas desviaciones puede derivar en desviaciones óseas irreversibles, al menos, a través de la gimnasia.
Otras consecuencias de las hipertonías afuncionales no contrarrestadas oportunamente, es el acortamiento del tejido conectivo, principalmente las fascias. Precisamente no resulta extraño que este tejido termine adaptando la longitud morfológica que actividad muscular induzca. Los estiramientos, adecuadamente dosificados y localizados con exactitud anatómica, permiten no solamente contrarrestar las hipertonías, sino también modificar la resistencia del tejido conectivo, devolviéndolo al musculo la longitud filológica normal. De hecho esto no alcanza por si solo a corregir una desviación, pero constituye una condición necesaria e insoslayable que potencia la efectividad de los demás procedimientos.
Desde la dimensión refleja, varios especialistas, entre ellos Pierre Vayer (1980), entienden que la postura humana depende del armónico interjuego de reflejos de equilibración en los cuales el sistema muscular estriado, en su totalidad, actúa como órgano efector de las respuestas procesadas por los distintos centros nerviosos, Para que los reflejos posturales operen en consonancia se requiere el respeto de condiciones mínimas, entre las que figuran el fluido transporte de la información aferente y eferente, su impecable tratamiento en los centros de conmutación y el correcto estado funcional de receptores y efectores. La hipertonías afuncionales, sobre todo cuando su extensión es grande y su intensidad elevada, alterna significativamente la actividad refleja, obteniendo, como inevitable corolario, diversas y negativas modificaciones del equilibrio técnico-postural , La gravedad del panorama es mayor en caso que las hipertonías terminen, con el paso del tiempo, configurando estructuralmente al individuo. Precisamente la constitución de “corazas” musculares juega desfavorablemente sobre todos los niveles de organización de la función refleja-tónico-postural. Los estiramientos al estimular propioceptores, incrementar la actividad refleja y compensar las hipertonías afuncionales, contribuyen definitivamente a mejorar el ajuste postural.
Desde la dimensión emocional, el planteamiento del problema del equilibrio tónico-postural resulta inagotable. La posición erecta es no solamente el producto final de miles de años de evolución bilógica. Es sobre todo la expresión más sutil y fidedigna de nuestra historia personal considerada desde su perspectiva emocional y afectiva. Poco revela tanto de nosotros mismos como la postura. El sistema muscular, tanto liso como estriado, es algo asi como un complejo disquete que almacena hasta los detalles más delicados de la vida emocional de cualquier persona. Las alteraciones tónicas nos dicen más acerca de ella, sobretodo de la superación o no de las agresiones, represiones y frustraciones más dramáticas de su existencia, que muchas de las reconocidas técnicas psicológicas. Asi como estos acontecimientos presentas sus secuelas a nivel neuronal, es prácticamente inevitable que dejen su ella a nivel tónico. Los estiramientos no solo deforman tejidos conectivos y contrarrestan hipertonías, componen, y he aquí lo importante, una experiencia emocional profunda.
Los estados somáticos, como aclaramos anteriormente, generan estados mentales.. Particularmente los musculares repercuten incisivamente sobre las emociones. La elongación muscular graduada, al neutralizar la hipertonía, influye sobre algo mucho más significativo: transforma las emociones regulares que tienden a provocarla. El acceso a los estados mentales, específicamente los emocionales, no puede bajo ningún concepto omitir o soslayar la puerta de entrada principal: el tejido muscular. Los estiramientos, al modificar los estados emocionales, no resuelven con ello el problema en su totalidad, tampoco adoptan el rol de complemento secundario, Constituyen una condición necesaria, impostergable, en el tratamiento de las alteraciones tónico-posturales, es decir, emocionales.
Finalmente, considerando desde el ángulo energético, lo que caracteriza el ajuste postural normal es la equilibrada y equitativa distribución de la actividad muscular. No hay, dicho en términos sencillos, no debería haber grupos musculares más exigidos que otros en el propósito de mantener la postura. En el caso de las alteraciones del equilibrio técnico-postural, uno de los rasgos más característicos es la desproporcionada distribución del trabajo muscular en las distintas zonas del cuerpo. La encomia de esfuerzo pasa a un segundo plano. Los estiramientos contribuyen directamente a mejorar la racionalización de la actividad tónica, permitiendo progresivamente compensar inútiles sobreexigencias energéticas.
Fuente : Amplitud de Movimiento de Mario Di Santo

1.31.2021

Las primeras historias británicas en Okinawa







 Las primeras historias británicas en Okinawa

por Michael Clayton
El Capitán William Broughton del HMS Providence es considerado el primer funcionario occidental en hacer contacto con Okinawa (Great Loo Choo) en 1793. Pasó 2 días en el puerto de Naha e informó al Rey de Inglaterra sobre la posible posición comercial ventajosa que este puerto tenía en la región. Sin embargo, debido al enfoque británico en las guerras napoleónicas, no fue hasta 1816 que Okinawa fue finalmente visitada e inspeccionada por el capitán Murray Maxwell del HMS Alceste y el capitán Basil Hall del HMS Lyra. Posteriormente, la isla fue visitada nuevamente en 1827 por el capitán Beechey del HMS Blossom.
Los relatos escritos de estos capitanes son una lectura agradable y proporcionan una visión fascinante de la isla. La gente de Uchina (Okinawa) se describe constantemente como liberal, amable y de carácter cálido. Son personas primitivas pero decentes que tienen a los ancianos en gran reverencia. No se considera que las mujeres sean tratadas particularmente bien con restricciones en sus movimientos, interacción social y expectativas de que realicen un trabajo físico y también existen claras divisiones de clases, como es consistente con las culturas de la época. Sin embargo, otros aspectos de la cultura son particularmente ilustrados: los niños son tratados bien y parecen ser respetados, las armas y la violencia se desalientan, las relaciones monógamas son la norma, la moda y la presentación física son importantes y los buenos modales son del más alto nivel de sofisticación.
En ese momento, los británicos notaron que la religión (budismo) no se tomaba muy en serio en Okinawa y, aunque se respetaba a los monjes, también se les ignoraba en general. Los monjes no estaban en una condición saludable como puede convertirse en el camino para los monjes budistas.
El Capitán Hall en 1816 escribió:
“No vimos armas de ningún tipo, y los nativos siempre declararon que no tenían. Su comportamiento al ver disparar un mosquete implicaba ciertamente un desconocimiento de las armas de fuego. En una cabaña en el extremo norte de la isla, vimos una lanza que tenía la apariencia de un arma de guerra, pero teníamos todas las razones para creer que se usaba con el único propósito de pescar, habiendo visto otras actuantes no muy diferentes. aliado empleado de esta manera. Miraron nuestras espadas y alfanjes, y los creeses y lanzas malayos, con igual sorpresa, al parecer tan poco familiarizados con uno como con el otro. Los jefes llevaban pequeños cuchillos de caja en los pliegues de sus túnicas o en el cinturón, y las clases inferiores tenían un cuchillo más grande, pero estos siempre eran de alguna utilidad práctica inmediata y no se usaban para defensa ni como adorno.
El capitán Beechey pensó que la ausencia de armas era solo superficial, en 1827 escribió:
“Por lo tanto, estoy dispuesto a creer que los habitantes de Loo Choo tienen armas y que son similares a las que se usan en China. Y con respecto a la objeción que ofrecería ninguno de ellos, habiendo sido visto nunca en Loo Choo, solo puedo decir que mientras estuve en China, con la excepción del cañón en los fuertes, no vi un arma de ningún tipo. amables, aunque se sabe que la gente los posee ”.
No hay mención de Karate / Kobudo o cualquier otra pelea en las cuentas de los capitanes que no sea un incidente después de una fiesta de borrachos. Los ingleses y okinawenses pasaban mucho tiempo bebiendo sake y vino.
El Capitán Hall informa:
“Al regresar a la cabaña para tomar el té, todos estaban de buen humor, y mientras se divertían con una especie de juego de lucha libre, Ookooma [Ed: Uno de los hombres de Okinawa], que nos había visto ponernos en actitud de combate, lanzó él mismo de repente en la posición de defensa del boxeador, asumiendo al mismo tiempo una fiereza de mirada que nunca antes habíamos visto en ninguno de ellos. El caballero al que se dirigió, pensando que Ookooma deseaba entrenar, se dispuso a complacerlo; pero el rápido ojo de Madera [Ed: Otro hombre de Okinawa] vio lo que estaba sucediendo, y con una palabra o dos lo hizo reanudar instantáneamente su acostumbrada tranquilidad. Intentamos en vano hacer que Madera explicara cuáles eran las palabras mágicas que había usado para Ookooma. Parecía ansioso por desviar nuestros pensamientos del tema, por - sin pelea, no es bueno, no, no. Ingerish muy bien, sí, sí, sí; Loo-choo man no fight. Posiblemente consideró que Ookooma se estaba tomando una libertad demasiado grande; o, tal vez, pensó que ni siquiera la apariencia de luchar con la estricta amistad que subsiste entre nosotros ”.
“Descubrimos que el cirujano de Loo-choo había colocado el dedo roto del capitán Maxwell en una pasta espesa hecha de huevos, harina y alguna otra sustancia que trajo consigo. Luego envolvió todo en la piel de un ave recién sacrificada. Esta piel se secó en poco tiempo y mantuvo firme la pasta, por lo que el dedo roto se mantuvo firme ”- Capitán Hall.
Los británicos no tenían idea de que Okinawa estaba controlada y sometida por los japoneses en ese momento. Los japoneses nunca fueron mencionados a los oficiales. Se notó que los habitantes de Okinawa mostraban un comportamiento peculiar en lo que respecta a la diplomacia y, en retrospectiva, podemos entender por qué. Los británicos vieron pocas ganancias en Loo-Choo, ya que "se encuentra fuera de la ruta, de los barcos comerciales, y no parece producir nada de valor en sí mismo, y como los habitantes parecen indiferentes a las mercancías extranjeras, y si desean poseer ellos están sin dinero para hacer compras ”. Por eso se protegieron de los avances coloniales.
Los oficiales británicos se reunieron con el príncipe de Okinawa en 1816, quien declaró que la nación no tenía conocimiento de otros países o culturas además de los chinos, coreanos y, por supuesto, japoneses. Como tales, las relaciones diplomáticas entre Inglaterra y Okinawa fueron las primeras para Occidente. El príncipe era un hombre amable e inquisitivo que se interesaba especialmente por los mapas del mundo. Mostró especial preocupación cuando el capitán Maxwell se rompió el dedo, y aquí nos enteramos de que los habitantes de Okinawa usaban una forma de yeso para reparaciones óseas.
Una de las contribuciones más valiosas de esta visita son los dibujos hechos a todo color del pueblo de Okinawa en este momento, esto se puede ver a lo largo de este artículo y fueron dibujados por el Capitán Hall y su cirujano. Las descripciones de su vestimenta son vívidas en el texto y están bien representadas en las ilustraciones. Uno de los aspectos más intrigantes de la apariencia de Okinawa es la presencia de tatuajes. No eran comunes y eran más frecuentes entre los pescadores. Un tatuaje es particularmente prominente quizás para Kobudo-Ka, el de un tridente. Una imagen que, por supuesto, tiene fuertes conexiones con el mar, pero también tiene un parecido pasajero con el sai.
Las relaciones entre los okinawenses y los británicos fueron particularmente cálidas y amistosas e involucraron mucha alegría, buen humor e intercambio de regalos. Los británicos confiaban tanto en los habitantes de Okinawa que eran libres de vagar por sus barcos sin vigilancia ni supervisión. Compartieron tanta ciencia y equipo con los okinawenses como les permitió el tiempo. Los okinawenses, comprensiblemente cautelosos con los británicos con sus buques de guerra y armas de fuego, aprendieron a respetar que los británicos no estaban allí para atacar y robar, sino para explorar, descubrir e intercambiar. La gente de Okinawa tiene mucho que ofrecer al mundo.

1.22.2021

Flexibilidad y alivio del estrés

 


Flexibilidad y alivio del estrés

Estrés, quizás uno de los tantos fenómenos de los cuales casi todos hablan y muy probablemente, pocos comprenden, De hecho, esto último no es tan sencillo, tratándose como tal, de un proceso altamente complejo, cualquiera sea la perspectiva desde la cual se pretenda abordarlo. Varias pueden ser las puertas de acceso a la comprensión del problema, una de ellas que por lo menos para nosotros es evidente, es ni más ni menos, que el mundo contemporáneo como tal.

La sociedad occidental (puesto que es la única que conocemos, sin descartar que el Oriente no occidentalizado también tiene sus particulares mecanismos de subyugación) parece estar marcada, hoy por hoy, por la violencia en todas sus manifestaciones posibles: división de los seres humanos en ganadores y perdedores, injusticia social, inequidad distributiva de los bienes materiales, competitividad, constricción al consumo irracional, ensamblaje engañoso de paradigmas de realización personal basados en el éxito, la figuración, el dinero y el poder; navegantes, millones y millones, enredados en el laberinto de una red de la cual no parece haber salida, shopping center, espantosos contrastes entre niños muertos por desnutrición y famosos “artistas” ventilando en público minuciosos detalles de su, por cierto, extremadamente trivial y aburrida vida, hipócritas comunicadores por doquier expresan su optimismo, cuando en realidad, es este insolente e irrespetuoso, cuando otro, aunque sea un solo ser humano sufre.

Educación para pocos y semieducacion para muchos o lo que es lo mismo, manipulación masiva de conciencias y prestidigitación milimétrica de lo que debe ver, opinar y pensar. De vez en cuando también un poco de moralina, una suerte de “antibiótico en grajeas del burgués taciturno” (Leopoldo Marechal) tiende a frenar este “pequeño hombre pequeño” en su impulso irreflexivo.

La lista parece ser interminable, no obstante, y he aquí otra apertura al análisis, las situaciones son problemáticas en tanto y en cuanto se las evalué como tales. Nuestra parcial y brevísima descripción de algunos de los aspectos más sobresalientes de la contemporaneidad puede, para otros, no significar nada en absoluto. Es la interpretación de los hechos la que, en definitiva, los transforma en agresivos o inocuos, relevantes o intrascendentes, urgentes o postergables. Por supuesto, el mecanismo individual y colectivo de valoración de la situación sociopolítica también es “configurable” desde afuera. Con lo familiar y lo personal puede suceder lo mismo, comprender  entonces la etiología del estrés supone un requisito insoslayable: entender lo que son las agresiones en tanto y en cuanto son evaluadas así por el sujeto. Es esta, para nosotros, la vía principal de acceso al problema del estrés.

Por agresiones entendemos todos los acontecimientos, tantos externos como internos, que valorados por sujeto como peligroso y amenazante para la integridad y equilibrio del organismo, activan mecanismos reflejos instintivos de alarma y defensa. Desde ellos podemos entender el fenómeno del estrés tal como Stanley Keeleman (1997) lo propone. Ahora bien, lo propio de la alarma es que son inmediatas, se activan y generan respuestas en tanto y en cuanto el estímulo agresivo y amenazante este presente. Cuando el peligro ha pasado, volvemos a la situación normal en poco tiempo, tanto fisiológica, como psicológicamente.

No obstante ciertas reacciones pueden persistir e inclusive incrementarse, hasta el punto de transformarse en parte permanente de nuestra estructura. Dicho en otras palabras, terminan por configurarnos como lo que somos, o por lo menos, en lo que para los demás necesitamos mostrar que somos: una sólida y espesa armadura como continuación e intensificación de reacciones defensivas articuladas a lo largo de gran parte de nuestra vida. Esta suerte de perpetuación de las reacciones propias del reflejo de alarma (Keeleman,1997) que pasan a convertirse en un estado casi habitual , es lo que conocemos como estrés: una intensa prolongación constitutiva de un vallado defensivo, compuesto por múltiples reacciones psicológicas y orgánicas que terminan de edificarnos de una manera personal e inconfundible, articulando negativamente hasta los aspecto más sutiles de nuestra vida mental, particularmente los procesos emocionales. Esta perturbación de la estructura y función del individuo depende, de la valoración que se realice del significado amenazante de los eventos cotidianos y esto precisamente es la diferencia principal entre el estrés psíquico y físico. Lo común en ambos es el daño y la destrucción tisular específicos, la irreparable pérdida de inmensas poblaciones celulares cuyo corolario es la alteración de nuestro equilibrio y su adverso impacto en el ámbito de las diversas interacciones de habitualmente sostenemos con el medio.

Una cierta dosis de estrés no puede faltar para aprender y desarrollarse, lo reconocemos cono condición necesaria, pero no suficiente, para concretar aquellos cambios que llevan a superarnos en diversos aspectos de nuestra vida. Este buen estrés o “eutrés” se distingue de aquel estrés negativo o “distrés”, resorte progresivo de un buen número de patologías. En este último, la magnitud de la amenaza impuesta, a la organización psicobiológica del sujeto excede sus posibilidades de adaptación. La evaluación cognitiva personal del significado agresivo del evento determina las diferencias individuales en la respuesta, de ahí la importancia de dotar al sujeto de estrategias alternativas para afrontarlo y prepararlo para su aplicación, incluso en los momentos más desbordantes. Entre ellas, algunas actividades físicas, como las técnicas de respiración, relajación y los estiramientos pueden contribuir positivamente a contrarrestar los síntomas propios del “distrés”.

Ahora bien para comprender como y de qué manera los estiramientos, la respiración y la relajación neuromuscular pueden convertirse en efectivas estrategias para afrontar el problema, resulta inevitable el repaso, mínimo y superficial, de algunos aspectos elementales de la fisiología propia del estrés, particularmente el distrés patológico. Para ello es necesario abordar las conductas emocionales, específicamente la neuroanatomía específica que da cuenta de las estructuras cerebrales directamente implicadas y sus proyecciones, constituyendo la base sistémica de tales procesos.

El estudio del vínculo funcional existente entre diferentes estructuras, como el núcleo amigdalino, el locus coeruleus, el hipocampo, el tálamo, la hipófisis, la sustancia gris periacueductal, la formación bulbopontorreticular, etc., nos permite comprender no solamente lo procesos fisiológicos elementales que subyacen en las conductas emocionales más comunes como la ira, la ansiedad y el miedo, sino también, y he aquí lo importante, como esta interacción neuronal puede dar cuenta de la valoración del significado emocional delos estímulos, tanto internos como externos, el como la experiencia previa gravita sobre la evaluación cognitiva del evento y finalmente, los rasgos específicos de las respuestas adaptativas, desde sus manifestaciones neuroendocrinas, autónomas e inmunes, hasta las motoras-esqueléticas, que configuran los sutiles detalles del ajuste tónico-postural con el que nos paramos y enfrentamos al mundo en sus múltiples vicisitudes.

Nadie tarda en percatarse que la tarea es harto complicada: existen miles de millones de neuronas,  cada una con sus correspondientes elementos constitutivos y sus respectivas ramificaciones, siendo así el número de contactos sinápticos casi imposible de calcular. En medio de tan inconmensurable multiplicidad y agravado por el hecho que se trata de lo múltiple en lo pequeño, el descubrimiento delos canales selectivos de flujos de información en el cerebro que configuran la citoarquitectura neuronal específica de cada especie, compuesta por circuitos plásticos que a la vez denotan los rasgos particulares de la experiencia individual, parece a primera vista una empresa utópica. No obstante con unas cuantas funciones mentales de ha logrado tan difícil detección, lo cual remarca el mérito la investigación neuroanotomofisiológica de los últimos años. Algunas conductas emocionales se inscriben en este grupo, particularmente el miedo.

El itinerario del procesamiento dela información propio del miedo supone partir dela estimulación sensorial, cualquiera que sea su modalidad, para arribar al tálamo (excepto la información olfativa), desde allí la información no sigue una sola vía, sino varias, siendo dos particularmente interesantes. Dos canales cobran particular importancia, el que va del tálamo a la corteza cerebral, cualesquiera sean las áreas senso-perceptuales para su procesamiento y de estas a la corteza orbitofrontal, sede  de la evaluación cognitiva del significado del evento y que desde el tálamo proyecta hacia el núcleo amigdalino, base del tratamiento emocional del dato relativo al miedo. Es precisamente esta vía las que nos permite comprender por qué ciertos acontecimientos generan conductas emocionales, con fuertes actuaciones del sistema nervioso autónomo, antes de que en el neocortex pueda concluirse el itinerario perceptivo y lograr así la percatación e identificación del objeto. Traducido: generamos respuestas emocionales, como la del miedo, antes y sin necesidad aún de una percatación consiente del objeto que estimuló inicialmente los sentidos o la producción de una representación (imagen) que, de hecho, tiene el mismo poder que la percepción para provocar las respuestas emocionales.

Una pequeña dosis de cortisol ayuda al cerebro a hacer frente a situaciones de estrés. No obstante ante el distrés crónico, el exceso de calcio a nivel neuronal provoca la muerte celular (exitoexitosis). Atrofia neuronal primera, sobre todo dendrítica y muerte después: el cortisol en abundancia causa estragos. El distrés provoca el envejecimiento prematuro del cerebro inevitable e irreversiblemente. Incluso una de las estructuras particularmente dañables por el exceso de cortisol es el hipocampo, base funcional de la memoria explicita contextual.

Lo que en definitiva, lo queremos expresar con este quizás aburrido pero necesario introito es que los estados mentales, son también físicos. Son el producto de la actividad de sistemas neuronales organizados, altamente complejos y que la interacción entre estos y otros grupos celulares es tan estrecha que no vacilamos en afirmar que, precisamente generan estados somáticos y que estos últimos  determinan inexorablemente, los primeros. Incluso consideramos los estados somáticos, particularmente los musculares y viscerales, como los principales componentes del yo neural y de sus correspondientes propiedades mentales.

Como se ve la distinción físico-mental se presenta aquí con carácter totalmente didáctico.

La primera no reviste mayor grado de complejidad, alude a la relación entre estiramiento muscular y relajación, también muscular, Sin embargo estas no son estas las variables que hay que controlar para que finalmente, este cometido se alcance. La “facilitación de la inhibición” neuromuscular a través de los estiramientos supone permitir que estos provoquen la estimulación de todo un conjunto de receptores propioceptivos localizados en diferentes tejidos, cuyo resultado es el desencadenamiento  de reflejos que contrarresten reduciendo, atenuando e incluso suprimiendo la actividad alfa, gamma y beta. No cualquier extensión muscular provoca estos efectos. Esta deberá ser lenta, suave de baja intensidad y de una duración ideal comprendida entre 8 y 12 segundos aproximadamente hasta que la resistencia muscular queda disminuida al máximo, para después pasar a tiempos superiores. Por el contrario, los ejercicios dinámicos explosivos, las insistencias bruscas o rebotes violentos, lejíos de producir relajación muscular, incrementan la neuroexitabilidad. También los estiramientos estáticos de alta intensidad que, rompiendo no solamente las fibras del tejido conectivo, sino las musculares propiamente dichas, estimulan predominantemente los receptores nociceptivos desencadenando reflejos de protección  y generando finalmente un notable incremento del tono muscular. Tal como puede apreciarse, los estiramientos que pretenden favorecer la relajación neuromuscular deberán respetar condiciones mínimas y necesarias, tales como, localización, tiempo de estimulación, intensidad, velocidad, posiciones de partida, respiración, etc.

Por otro lado y completando la activación de reflejos inhibitorios, la extensión muscular favorece localmente la relajación al desconectar filamentos de actina y miosina todavía unidos, deshaciendo puentes cruzados aun activos. Posiblemente induzca también, por incremento de la presión de los fluidos intrasarcoplasmáticos, el transporte del calcio desde su sito de acoplamiento con la troponina hasta las cisternas y vesículas terminales del retículo sarcoplasmático facilitando la descontracción muscular.  

Como vemos, a escala muscular entendemos la relajación como un estado de tensión mínima y descontracción elemental. En el orden mental, la situación no difiere gran cosa. La concebimos como la posibilidad de atenuar la opresión generada por la persistencia repetitiva  de las mismas representaciones, que en el caso de ser negativas conllevan desesperación y desasosiego. Precisamente el “distender” la mente es procurar que ya no “tienda” a lo mismo. Supone, ni más ni menos, el desvío de la atención hacia otros objetos y niveles de procesamiento. El cómo los estados mentales generan estados somáticos, particularmente el incremento del tono muscular, es un tema tratado más adelante. No obstante y he aquí nuestra segunda inquietud, dilucidar como los estados somáticos, puntualmente el tono muscular reducido por el estiramiento, generan ciertos estados mentales, particularmente la relajación psíquica, constituye un problema de no fácil solución. Se trata de un hecho: los estiramientos no solo producen relajación muscular, sino también mental. Así como ciertos pensamientos tienen el poder de contrarrestar la hiperactividad simpática, estimulando el funcionamiento del sistema parasimpático, reestableciendo los niveles elevados de excitación central, los estiramientos y los ejercicios respiratorios también lo poseen. Muy posiblemente, as mismas aferencias que desde el tálamo sensorial se proyectan hacia la formación bulbopontorreticular, activando la región inhibitoria y contribuyendo así a la reducción del tono muscular, sean las que favorezcan también la disminución del tono cortical. Probablemente los mismos circuitos descriptos en el apartado anterior (flexibilidad y estés) expliquen el efecto mental de los estiramientos. Sea como fuere, la disolución de la coraza muscular produce lo propio con la armadura mental y por consiguiente, el poder acceder a nuestra propia realidad interior, cualquiera que fuese el propósito, no debería omitir la adecuada predisponibildad muscular y respiratoria.

 

Fuente: Amplitud de Movimiento- Mario Di Santo-Paidotribo

1.12.2021

Flexibilidad y estados afectivos y emocionales.

 

Flexibilidad y estados afectivos y emocionales.

El grado de dependencia de la flexibilidad con respecto a este factor es realmente notable. A pesar de mantenerse estables las condiciones externas más relevantes, tales como la hora del día, temperatura y calentamiento, la amplitud de movimiento pueden variar en gran magnitud de un día para otro en función del carácter del impacto emocional de sus interacciones con el entorno. En este sentido, toda relación con el  medio externo, familia, compañeros, pareja, etc. genera como respuesta determinados estados emocionales que al mismo tiempo conllevan implícitos ciertos patrones tónicos específicos, localizables no solamente en la musculatura estriada, sino también en la lisa. El tono muscular es el síntoma por excelencia del estado emocional de una persona. Podemos intentar mentir y hacerlo con maestría a través de palabras y gestos, pero el tono muscular no miente, siempre revela lo que es el sujeto como consecuencia de todo un pasado emocional específico e insustituible. Por estrechas conexiones aferentes del lóbulo frontal, el límbico y estructuras domiciliadas en la profundidad del tronco encefálico, más  particularmente en los núcleos reticulares de la base, cada estado emocional puede provocar variaciones en la frecuencia de emisión de impulsos eferentes del sistema motor gamma hacia la musculatura estriada. Dicho en otros términos, ciertos puentes estructurales permiten sostener el vínculo entre razón, emoción y tono muscular, dando cuenta no sólo de cómo y por qué las emociones modulan el tono muscular, sino también como la concienciación y racionalización delos mismos pueden repercutir en la forma muscular humana.

La palabra “emoción” parece pertenecer a ese extraño grupo de conceptos caracterizados por el hecho de que todos aceptamos saber de qué se tratan hasta el momento en que se nos solicitan una definición de los mismos. Ni que decir de la cantidad de conductas a las que se les suela adherir la etiqueta de emoción. No obstante, so son pocos los autores que aciertan a evocar seis emociones primarias o universales: alegría, tristeza, miedo, ira, sorpresa y repugnancia. Distinguen por otro lado, un conjunto de emociones secundarias o sociales: vergüenza, celos, culpa y orgullo, así como también un grupo de emociones llamadas “de fondo”, entre las que se incluyen el bienestar o malestar, la calma y la tensión. Algunos incluso adhieren al rotulo de emoción a pulsiones, motivaciones, dolor y placer.

Pero más allá del acuerdo o desacuerdo en la clasificación delas emociones o en la precisión de su definición, ellas tienen un propósito biológico claro, constituyendo un sistema bastante sofisticado para la conservación y regulación de la vida. Son complejas colecciones de respuestas químicas y neurales que configuran un patrón regulador destinado a mantener la homeostasis y evitar la muerte. Son procesos biológicamente determinados, que suceden automáticamente, muy a pesar de que el aprendizaje y la cultura pueden alterar su expresión, otorgándoles nuevos significados. Cuando se desencadenan repercuten inexorablemente, sobre la operatividad de otros circuitos cerebrales, generando cambios, no solo en la estructura muscular y la función neurohormonal, sino también en ciertas funciones mentales.

Dos tipos de circunstancias activan el proceso emocional: el primero ocurre cuando nuestros dispositivos sensoriales captan un objeto determinado y el segundo cuando evocamos ciertos elementos y situaciones configurando un patrón especifico  de representación  en el acto de pensamiento. También el razonamiento humano concluye en enunciados que finalmente se convierten en dispositivos con la suficiente fuerza como para desencadenar emociones de alto impacto heterostático. De hecho, los distintos estímulos, ya sean internos o externos, suelen inducir cierta clase de emociones  con preferencia en la especie humana.

Comprender un poco más del mecanismo biológico de la emoción seguramente facilitara la intelección del vínculo entre estas y el tono muscular y por consiguiente, su relación con la mayor o menor dificultad para entrenar la flexibilidad. Antonio Damasio (2000)  resume con precisión los principales hallazgos y nosotros nos permitimos exponerlos brevemente:

Primero. El cerebro induce emociones a partir de un número notablemente reducidos de sitios, la mayoría se sitúa debajo de la corteza cerebral y se denominan subcorticales. Los sitios subcorticales más importantes se hallan en la región del tronco del encéfalo, hipotálamo y cerebro anterior basal. Un ejemplo es la región conocida como gris periacueductal (GPA) que es un gran coordinador de las respuestas emocionales. El GPA actúa a través de los núcleos motores de la formación reticular y a través de los núcleos de nervios craneales, como, por ejemplo, los núcleos  del nervio vago. Otro núcleo subcortical importante es la amígdala. Los sitios inductores  localizados en la corteza cerebral, o sitios corticales, incluyen los sectores anteriores de la región del cíngulo y de la región ventromedial prefrontal.

Segundo. Estos sitios procesan diferentes emociones en grados variables. Mediante imaginería PET hemos mostrado que la inducción y experiencia de tristeza, ira, miedo y dicha activan varios de los sitios citados, pero que el patrón de cada emoción es particular. Por ejemplo, la tristeza siempre activa la corteza ventromedial frontal, el hipotálamo y el tronco del encéfalo, en tanto que la ira o el miedo no activan la corteza prefrontal ni el hipotálamo. Si bien las tres emociones excitan el tronco del encéfalo, la activación hipotalámica y ventromedial prefrontal parece especifica de la tristeza.

Tercero. Algunos de estos sitios también colaboran en el reconocimiento de estímulos que traducen ciertas emociones. Por ejemplo, la amígdala, situada en las profundidades de cada lóbulo temporal, es indispensable para detectar el miedo en las expresiones faciales, para acondicionarse al miedo e incluso para expresarlo.

La amígdala tiene poco interés en reconocer o aprender sobre la repugnancia o la alegría.

Como vemos lejos de haber un único comando central para procesar distintas emociones, disponemos de varios sistemas discretos relacionados con patrones emocionales separados. Su activación genera respuestas visibles, como las de la cara, piel, postura y gestos, pero también otras que no lo son tanto, como el caso de los perfiles químicos del medio interno, modificándose la secreción de hormonas y neurotransmisores. El resultado final es la alteración de varios circuitos neurales, entre los que se incluyen aquellos responsables dela postura y el tono muscular. Ya sea por la ruta sanguínea  o por la neural, las emociones terminan por generar un cambio global en el estado del organismo. No es extraño que la ira y el miedo tiendan a incrementar el tono muscular y la tristeza, a reducirlo.

Las dos primeras son las que mayormente complican el entrenamiento de la flexibilidad, la respuesta casi obligada ante una agresión, tanto interior como exterior, es el incremento inmediato y más o menos persistente del tono muscular. Miedo y cólera se acompañan de hipertonías localizables en casi todo el sistema muscular. Quizás puedan verificarse mayores aumentos del tono en ciertos grupos musculares que en otros, puesto que no existe una “cartografía” muy precisa en cuanto a la localización de hipertonías se refiere. No obstante parece haber un lugar de referencia, vulnerable  por definición y no es otro que la cara posterior del cuerpo. Las regiones cervical, lumbar y de los músculos isquiotibiales parecen ser los receptáculos finales de nuestras emociones mas negativas.

El sistema muscular del ser humano, más allá de su función estrictamente locomotora, es como una inmensa biblioteca o videoteca que guarda el registro de toda nuestra historia afectiva y emocional. Frustraciones, represiones, conflictos no resueltos, agresiones fracasos, miedos y cóleras han dejado todos su particular huella sobre el sistema muscular, la mayoría de las veces a la manera de hipertonía en algún que otro musculo en l acara anterior del cuerpo. Los subsistemas cerebrales están estrechamente conectados con los musculares que no sorprende que, muchas veces, un simple estiramiento masaje o digitopresión desencadenen finalmente el resurgimiento de un particular conflicto llevando al sujeto a una suerte de catarsis, que en tanto y en cuanto convenientemente canalizada, puede realizar aliviante y positiva.

Para terminar, simplemente recordemos el hecho de que la flexibilidad varié de un día a otro en función de las experiencias vividas y sus estados emotivos correlativos es un fenómeno enteramente natural, y en este sentido, tanto el profesor como el alumno deben respetarlo. De no hacerlo, el empleo de ejercicios y técnicas de gran intensidad puede convertirse en un factor opresivo adicional que provoque un incremento aun mayor del tono muscular y conforme no cese la insistencia, las lesiones pueden sobrevenir con mayor índice de probabilidad.