2.04.2021

Influencia sobre el ajuste postural

 Siguiendo con el apasiónate (e inagotable) tema de la flexibilidad hoy les dejo:


Influencia sobre el ajuste postural
La contribución efectiva de los ejercicios de extensión muscular a la eficacia del ajuste postural es un aspecto sobresaliente de esta capacidad motora que es muy poco tenido en cuenta por parte de los profesores de Educación Física en general y por los de gimnasia en particular. Según Le Baruch (1989), el objetivo del estiramiento muscular es combatir las tensiones residuales debidas al exceso de actividad física en el mantenimiento de la postura.
El análisis del equilibrio tónico postural humano admite numerosos y riquísimas perspectivas, todas ellas sin excepción, en estrecha relación, no obstante las dimensiones que específicamente nos interesan, debido al impacto que los estiramientos tienen sobre ellas, son cuatro: la mecánica, la refleja, la emocional y la energética.
Desde la primera, la postura humana normal suele considerarse como aquella en la cual se verifica una correcta alineación de los centros parciales de gravedad entre sí y de todos ellos en relación con el centro común de gravedad. Las hipertonías afuncionales tienden a aproximar los puntos de inserción muscular de un lado, desviando los centros parciales de gravedad de los segmentos, que ya no convergen alineados sobre el mismo eje longitudinal. Muchas veces la no resolución a tiempo de estas desviaciones puede derivar en desviaciones óseas irreversibles, al menos, a través de la gimnasia.
Otras consecuencias de las hipertonías afuncionales no contrarrestadas oportunamente, es el acortamiento del tejido conectivo, principalmente las fascias. Precisamente no resulta extraño que este tejido termine adaptando la longitud morfológica que actividad muscular induzca. Los estiramientos, adecuadamente dosificados y localizados con exactitud anatómica, permiten no solamente contrarrestar las hipertonías, sino también modificar la resistencia del tejido conectivo, devolviéndolo al musculo la longitud filológica normal. De hecho esto no alcanza por si solo a corregir una desviación, pero constituye una condición necesaria e insoslayable que potencia la efectividad de los demás procedimientos.
Desde la dimensión refleja, varios especialistas, entre ellos Pierre Vayer (1980), entienden que la postura humana depende del armónico interjuego de reflejos de equilibración en los cuales el sistema muscular estriado, en su totalidad, actúa como órgano efector de las respuestas procesadas por los distintos centros nerviosos, Para que los reflejos posturales operen en consonancia se requiere el respeto de condiciones mínimas, entre las que figuran el fluido transporte de la información aferente y eferente, su impecable tratamiento en los centros de conmutación y el correcto estado funcional de receptores y efectores. La hipertonías afuncionales, sobre todo cuando su extensión es grande y su intensidad elevada, alterna significativamente la actividad refleja, obteniendo, como inevitable corolario, diversas y negativas modificaciones del equilibrio técnico-postural , La gravedad del panorama es mayor en caso que las hipertonías terminen, con el paso del tiempo, configurando estructuralmente al individuo. Precisamente la constitución de “corazas” musculares juega desfavorablemente sobre todos los niveles de organización de la función refleja-tónico-postural. Los estiramientos al estimular propioceptores, incrementar la actividad refleja y compensar las hipertonías afuncionales, contribuyen definitivamente a mejorar el ajuste postural.
Desde la dimensión emocional, el planteamiento del problema del equilibrio tónico-postural resulta inagotable. La posición erecta es no solamente el producto final de miles de años de evolución bilógica. Es sobre todo la expresión más sutil y fidedigna de nuestra historia personal considerada desde su perspectiva emocional y afectiva. Poco revela tanto de nosotros mismos como la postura. El sistema muscular, tanto liso como estriado, es algo asi como un complejo disquete que almacena hasta los detalles más delicados de la vida emocional de cualquier persona. Las alteraciones tónicas nos dicen más acerca de ella, sobretodo de la superación o no de las agresiones, represiones y frustraciones más dramáticas de su existencia, que muchas de las reconocidas técnicas psicológicas. Asi como estos acontecimientos presentas sus secuelas a nivel neuronal, es prácticamente inevitable que dejen su ella a nivel tónico. Los estiramientos no solo deforman tejidos conectivos y contrarrestan hipertonías, componen, y he aquí lo importante, una experiencia emocional profunda.
Los estados somáticos, como aclaramos anteriormente, generan estados mentales.. Particularmente los musculares repercuten incisivamente sobre las emociones. La elongación muscular graduada, al neutralizar la hipertonía, influye sobre algo mucho más significativo: transforma las emociones regulares que tienden a provocarla. El acceso a los estados mentales, específicamente los emocionales, no puede bajo ningún concepto omitir o soslayar la puerta de entrada principal: el tejido muscular. Los estiramientos, al modificar los estados emocionales, no resuelven con ello el problema en su totalidad, tampoco adoptan el rol de complemento secundario, Constituyen una condición necesaria, impostergable, en el tratamiento de las alteraciones tónico-posturales, es decir, emocionales.
Finalmente, considerando desde el ángulo energético, lo que caracteriza el ajuste postural normal es la equilibrada y equitativa distribución de la actividad muscular. No hay, dicho en términos sencillos, no debería haber grupos musculares más exigidos que otros en el propósito de mantener la postura. En el caso de las alteraciones del equilibrio técnico-postural, uno de los rasgos más característicos es la desproporcionada distribución del trabajo muscular en las distintas zonas del cuerpo. La encomia de esfuerzo pasa a un segundo plano. Los estiramientos contribuyen directamente a mejorar la racionalización de la actividad tónica, permitiendo progresivamente compensar inútiles sobreexigencias energéticas.
Fuente : Amplitud de Movimiento de Mario Di Santo