3.19.2021

Contenidos culturales y psicológicos de la kata de karate


Contenidos culturales y psicológicos de la kata de karate

"Karate es Kata y Kata es karate", es muy escuchada la frase que intenta explicar que es karate y se hace con la intención de inducir en el estudio de las katas, confirmando que allí esta la respuesta.
Kata literalmente significa "forma, patrón o modelo", de inmediato se piensa ¿forma de qué?
Si se quiere entender para que aprendemos, entrenamos y ejecutamos las katas buscando su perfección, se debe investigar la historia de Okinawa, las religiones y filosofías que en ella ingresaron, y el entorno socio-cultural que desarrollo al karate-do.
Sabemos que Okinawa siempre fue un etnia pacifica, con la necesidad de mostrar cuan peligrosos podían ser si molestaban o atacaban sus aldeas, por ello desarrollaron un sin numero de leyendas de dioses / diablos (Kami) que los protegían; adornando la entrada o techos de las casas con el símbolo del dios de la guerra Hachiman del panteón Shinto (tres comas girando a la derecha que hacen referencia a los vientos) o de animales feroces como los Shiizas (leones) construidos en arcilla, el macho con la boca abierta y la hembra con la boca cerrada (tiene un pequeño orificio en la comisuras) objetos que los vientos dan sonidos a sus fauces, ambos con el ceño en actitud de enojo con intención de asustar a quienes se acercaban; dichos leones provienen de la cultura hindú a través de los mercaderes que viajaban a la India; podemos destacar que en Okinawa nunca hubo leones y por ello tanto temor. Hoy en día se puede observar la pareja de Shiizas o el símbolo de Hachiman en los techos o entradas de cada casa como símbolo de la cultura Okinawense.
Basándonos en este dato podemos establecer la teoría que en Okinawa se desarrollo el arte de representar "cuan peligroso soy" y karate aporto con el relato de leyendas míticas de sabios guerreros poderosos e imbatibles, pero esto no bastaba había que producir una imagen que de credibilidad a dichos relatos; así se iniciaron las exhibiciones publicas en el siglo XV donde se ejecutaban las formas (kata) de un combate preestablecido viéndose un hombre realizando movimientos de ataque y defensa contra enemigos imaginarios, demostrando el ejecutante cuan hábil y poderoso era, a ello se suman la rotura de diferentes objetos como palos, piedras, troncos secos, pedazos de embarcaciones o enfrentar animales con la intención de golpear o matar a golpes de puño; esto genero temor hacia los practicantes de karate por su gran poder físico.
Existen dos corrientes de katas, una proveniente de China y la otra autóctona de Okinawa, a la primera podemos mencionar las formas en las que se destacan los gestos de animales o insectos; a la segunda dioses, guerreros y animales reales o mitológicos.
En la actualidad se pueden clasificar según el origen:
Shuri-Te, Tomari-Te y sus derivados: dioses, guerreros y animales felinos.
Naha-Te y sus derivados: aves, felinos e insectos y hombres en lucha.
Pangai-noon y sus derivados: dos animales reales, grulla y tigre, y un animal mitológico el dragón.
Las katas más conocidas y difundidas en el mundo actual pertenecen al Shuri-Te y Naha-Te o un sincretismo de ambos.
Otra hipótesis sobre la función de las kata es que fueron medios de comunicación, un ejemplo es la kata Passai (Bassai) de Shuri -Te que su nombre significa "atravesar la fortaleza" , aquellos que la conocen y ejecutan comprobarán que es un relato táctico de ataque a un castillo, los movimientos se asemejan a gestos de un maestro de ceremonias quien reproducía las ordenes de un general estacionado en lo alto de una colina a las falanges de guerreros en el campo de batalla; las comunicaciones fueron y son de vital importancia en el desarrollo de las acciones de guerra en todas las civilizaciones y fueron realizadas en la era feudal por un conocedor de gestos corporales o de señales con banderas que utilizaba en código solo conocido por las tropas de su bando.
Con lo expresado anteriormente hipotéticamente existe una posibilidad que algunas katas en su origen cumplieron un rol de comunicación en las batallas de la era feudal japonesa y transmitidas luego por las artes marciales hasta nuestros tiempos.
El objetivo y sus efectos
Si estudiamos e investigamos las katas comprobaremos que esta muy arraigada en el miedo, un sentimiento que acompaña al ser humano desde los orígenes y siempre existente, que en el transcurso de la vida de un individuo se transforma y expresa de mil maneras.
Desde la antigüedad se le teme a los dioses, guerreros, animales o insectos quizás reales o imaginarios, solo pensar en ellos activa nuestras sensaciones.
Hoy comprobamos la poderosa fuerza de las imágenes que nos rodean e inundan nuestros sentidos a través de los medios de comunicación, ya sean visuales interactivos o gráficos, todos procuran convencer por medio de las imágenes y eso es lo que pretendemos cuando ejecutamos una kata, producir una imagen poderosa y convencer con ella, el objetivo de la kata de karate es la realización de una mascara que contiene movimientos que representan dioses, animales y/o guerreros (elementos subjetivos) a quienes el hombre siempre teme, dentro de un ritual publico (exhibiciones, torneos, etc.) que busca demostrar "cuan peligroso soy" a quien observa.
Según expresa Roger Caillois en su libro "Los Juegos y los Hombres": el inexplicable mimetismo de los insectos ofrece de pronto una replica extraordinaria al gusto que el hombre encuentra en disfrazarse, disimularse, en ponerse una mascara, en representar a un personaje. Solo que esta ocasión, la mascara y el disfraz forman parte del cuerpo, en vez de ser accesorio fabricado. Pero en ambos casos sirve exactamente a los mismos fines: "cambiar la apariencia del portador y dar miedo a los demás" (sic).
Existen dos situaciones o entorno en la ejecución de las katas:
1) Ejecución colectiva
2) Ejecución individual
Ejecución colectiva
Si analizamos la estructura de una clase en los dojos, vemos a menudo un ritual similar a los cultos religiosos, por ejemplo al entrar saludamos con una reverencia al shomen (lugar central donde están los símbolos) para luego solicitar el ingreso al sensei (maestro) e incorporarnos a la kihon renshu (práctica básica), estos ejercicios físicos introducen nuestro cuerpo y mente en la práctica del karate; luego se ejecutan las katas (formas) que se pueden comparar con las oraciones, cánticos, recitaciones o letanías religiosas que tienen como objetivo unir a los feligreses en las plegarias y alabanzas, al igual las katas cumplen el mismo objetivo de unión entre los practicantes que ejecutan la forma corporal colectiva en la búsqueda de la asociación espiritual.
Ejecución individual
a) Publica
Tratemos de ubicarnos en la era del hombre primitivo viendo en la danza nocturna alrededor del fuego un ritual colectivo (utilizando el fuego como un elemento de unión que aporta luz y calor); donde el brujo representa un animal y el resto de los presentes los cazadores.
El brujo tiene sobre su cuerpo una piel y trata por medio de sus movimientos corporales asemejarse al animal que representa, teniendo como objetivo asustar a sus compañeros de ritual quienes imitan la caza del animal exteriorizando el miedo a través de los movimientos de esquives y ataques junto a un grito gutural interno, es el ritual liberador que antecede la cacería de mañana, por medio de esta danza alejaron sus miedos ya que cazaron el animal en ella, logrando hacerse valientes para conseguir el sustento de la tribu.
El ritual de la cacería imaginaria tiene gran valor para los cazadores ya que en ella hay técnicas y tácticas de caza y un alto contenido en emociones como la exteriorización del miedo, el instinto gregario (a formar grupo) y el servicio a la tribu, a través de los movimientos corporales unido a los gritos liberadores que ahuyentan el peligro existente, producían en el individuo un sentimiento de consuelo y fuerza mutua.
Por lo antes descrito el brujo es quien nos interesa ya que su vocación era dar valor a los cazadores a través de su arte de transformarse en animal durante el ritual, es quien obtenía la atención de los presentes siendo el centro del rito y convenciendo con su "forma" de animal.
Con la evolución y organización de las tribus el brujo se convirtió en el medio de comunicación con los dioses, y los representaba; como así también ordenaba y purificaba a los guerreros; como resultado este individuo enriqueció sus "formas" logrando mutar sus movimientos de animal, dios o guerrero y siempre catalizando el ritual con fuego.
Si trasladamos el ejemplo a nuestros días podemos encontrar en la ejecución de las "Katas" (formas) individuales de karate el antes detallado ritual, sin tener importancia el lugar pero si el entorno, para que logre ser un ritual debe haber un ejecutante y al menos un espectador; los karatekas al ejecutar una kata somos el brujo que dirige dicho ritual para lo cual tenemos una gran variedad de gestos gracias a los entrenamientos de los códigos técnicos ensamblados y coordinados como si fueran una danza, debemos ser muy convincentes con la ejecución procurando que el espectador centre su atención en nuestra representación ingresando en el rito ficticio de asustador y asustado debido a que nuestros movimientos se asemejan a un dios, animal o guerrero que desconoce percibiendo su miedo como una realidad momentánea; y de nuestra parte desarrollar una mascara con el objeto de sentirnos mas fuertes y seguros, simulando a seres poderosos que nos producen temor, admiración o deseo.
b) En soledad
Es necesario contar con el dominio de una kata (forma) para que su realización no perjudique la concentración. Sin necesidad de conocer varias, solo una kata puede conducirnos a la concentración adecuada a través de su repetición junto a la acción de la voluntad puede dar al ejecutante solitario la experiencia de unión de su cuerpo, mente y espíritu. Esta situación es utilizada por el karateka en momentos de necesidad física o emocional ambos subyugados y desorientados por el gobierno de la razón en la que el ejecutante busca desapegarse de esa razón a favor de la armonía espiritual y encontrar la alineación adecuada para la circunstancia que debe enfrentar.
Para ello se debe reconocer las tres constituciones que se alinean, ellas son: cuerpo, emoción y mente; el cuerpo es la demostración de nuestra existencia, las emociones son la fuente de nuestros sentimientos y la mente o intelecto nuestra capacidad de razonamiento, por ejemplo:
Al realizar una actividad física alinear: cuerpo-emoción-mente, dando satisfacción a la necesidad de movimiento físico y disfrutar las emociones con baja incidencia de la razón.
Al reunirse con un ser querido emoción-cuerpo-mente, por que ama debe estar presente con baja incidencia de la razón.
En el estudio o trabajo mente-cuerpo-emoción, por que se necesita del conocimiento que proporciona la mente y activa la razón, junto a la presencia física con baja incidencia de las emociones.
En el Budismo Zen se dice que la mente o razón es elemento de perturbación cuando gobierna nuestro ser, no así el cuerpo que nace puro y se desarrolla, ni la emoción que siente todo ser viviente durante su experiencia de vivir.
El cuerpo es de vital importancia para nuestra existencia y es lo que debemos cuidar, educar y purificar a través de la práctica del karate para un desarrollo de las emociones puras y buenas acciones en nuestra vida utilizando la razón.
La sensación que dejan las ejecuciones de katas en forma individual o colectiva, es una paz interior inigualable la cual queremos conservar.
Puede ser una imagen de una o varias personas, personas de pie e interior

3.12.2021

Las Katas

 

La kata o “La técnica es el hombre”

La noción de kata

Conocemos la existencia de las katas en todas las artes tradicionales japonesas, pero su estructura abarca ciertamente, un sentido mucho más amplio, el cual subyace en cada gesto, pero que las palabras son incapaces de definir coherentemente.

El término “kata” puede traducirse como “forma”, “molde”, “tipo”. Sin embargo al no disponer esquinantes en el pensamiento occidental, la noción que encierra permanece intraducible.

Las artes marciales y en particular el karate, nos ofrecen los ejemplos más precisos y más estrictamente formalizados de los katas. En este ámbito es donde se utiliza el término en cuestión: éste designa las bases de la transmisión del arte y su aprendizaje.

Propongo como punto de partida la siguiente definición de kata: “secuencia compuesta por gestos formalizados llevados a cabo con un estado mental orientado hacia la realización del camino (do)”

En la cultura japonesa “realizar el camino”  es sinónimo de alcanzar la técnica perfecta, lo cual se da en el hombre perfecto.

La realización de un kata es breve, aparentemente simple y precisa. Cada arte tiene pocas. En el karate tradicional, la mayoría delas katas tienen de 20 a 60 movimientos, una kata es siempre la transposición codificada de un combate real contra varios adversarios. A partir de una situación de inicio, cada vez distinta, se encadenan técnicas de ataque y defensa que responden a los supuestos movimientos de los adversarios. Todas las técnicas de karate se formalizan por medio delas katas, las cuales tienen un papel fundamental en la comunicación de las técnicas de combate.

El entrenamiento de la kata se realiza en solitario mientras uno centra su atención en los encadenamientos y busca la perfección técnica. El trabajo de una kata se extiende por años, a veces, una vida entera. Este trabajo pasa por diferentes etapas, esta es la razón por la cual no basta con entender la kata como una serie de formas o como un molde, sino más bien como el medio a través del cual se han fijado los conocimientos más amplios. Al comienzo de trata de crear la automaticidad de una serie de movimientos técnicos, los cuales tienen como meta la realización perfecta delas formas  y los movimientos. Al mismo tiempo también se trata de introducir un dinamismo y una potencia, factores importantes para obtener la máxima eficacia.

En la fabricación de un sable, la forma precisa dela hoja y la dureza del acero son dos aspectos  que debe equilibrar el trabajo del artesano. Un kata comprende tanto la forja del sable como el aprendizaje de su utilización.

A partir de una situación particular, cada kata muestra la posibilidad de un desarrollo y por lo tanto pone en juego técnicas de ataque y defensa que responden a los movimientos y estrategias que teóricamente tienen los adversarios, en consecuencia las diferentes katas proponen, al mismo tiempo que las técnicas, un aprendizaje de estrategias.

Un kata no es la obra de una sola persona sino la condensación de un saber tradicional. De la misma manera que un pintor aplica varias capas de pintura a su obra, las generaciones de practicantes han ido fijando en las katas las sumas de sus experiencias.

Un maestro de karate de muy alto nivel de principios del siglo XX respondió así a alguien que le pidió que le enseñara unas katas: “Yo solo conozco Naifanchin” (esta kata, por la cual en aquel entonces se iniciaba la práctica del karate, también se la conoce como Tekki Shodan)

Es cierto que, para él, aquella kata compuesta por unos 20 movimientos, abarcaba casi todas las técnicas transmitidas hasta el momento y a partir de esta única secuencia, era capaz de responder ante cualquier situación de combate. No obstante esto no significa que el no conociera el resto de las katas sino al contrario: había condensado todo su saber.

Esta anécdota ilustra dos hechos importantes. La kata contiene más de lo que se muestra a primera vista, cada movimiento es en realidad, la “memoria”  del movimiento en sí y de todas sus variantes posibles y el maestro y sus estudiantes los desarrollan durante años. El encadenamiento de movimientos sucesivos de la kata recuerda todas las posibilidades de estrategia, acción y reacción del adversario. No obstante su contenido no es simplemente una sucesión de detalles: cuando un maestro y sus estudiantes trabajan durante años el mismo movimiento y sus variantes, es el contenido global de este trabajo lo que da sentido a la kata.

Aunque el entrenamiento de la kata se haga en solitario, el adepto de un cierto nivel integra en ella sus experiencias de combate, al mismo tiempo que descifra posibles respuestas a las preguntas que se plantea. La kata es en cierta manera, un espejo, pero este solo puede reflejar lo que tiene delante. Si el practicante, por medio dela kata, sabe percibir la experiencia de sus predecesores, la kata representara un medio privilegiado para conocer al adversario y para conocerse a sí mismo.

En la práctica de las katas podemos distinguir dos aspectos: el de la instrucción. A través de la cual se aprende, como si fuera un alfabeto, ciertos movimientos técnicos que todavía no se conocen, y el dela utilización, a través del cual  se enriquece la propia experiencia.

En Japón esa forma de kata existe en todas las artes tradicionales lo que significa que los japoneses realizan los actos por medio de las estructuras de la kata –al menos este fue el sistema de pensamiento que impero durante el periodo Edo-. Recientemente Watsuji Tetsuro

Escribió que en la sociedad japonesa existe “una tendencia étnica a confiar en los actos intuitivos y a rechazar los actos adoptados por medio de la reflexión lógica”. La kata representa una manera de cultivar y reforzar el pensamiento intuitivo.

En las artes tradicionales japonesas, la meta de la kata es idéntica: realizar de manera perfecta una serie de movimientos transmitidos por la tradición que llevan a la  perfección por medio dela unión de técnicas gestuales y de una cierta disposición mental, el seguimiento del camino o la vía “do”.

La palabra “do” se traduce como “vía”, “camino”, “disciplina”, etc. No obstante, una vez más, ninguno de esos términos logra abarcar completamente el verdadero significado cultural de esta noción, ya que solo la plasman de una manera abstracta, parcial y superficial, sin llegar a comunicar su sentido más profundo.

El do se concibe como un camino que conduce a un estado mental que libera facultades humanas en los diferentes ámbitos de las artes. Este estado espiritual puede obtenerse por medio de la profundización en una disciplina. Este comporta un aspecto ético: para seguir el camino debemos seguir los preceptos que gobiernan el universo y por ende la sociedad. El proceso de perfeccionamiento en una disciplina – cualquiera que sea- comprende alcanzar la personalidad completa e armonía con los hombres y la naturaleza.

El ejemplo dela pintura a la tinta ilustra el papel que constituyen las katas en las artes tradicionales. Los modelos se elaboran a partir de ciertas formas naturales-los bambús, los árboles, las hierbas o ciertos paisajes. Por ejemplo, para hacer un bambú  de resaltan algunos aspectos delas hojas, los troncos y el bambú pintado destaca más que su modelo. Asi pues. Se trata de una forma de percepción y de sensibilidad socialmente establecida a través de la cual  aprendemos a mirar.

El aprendizaje de esta forma de pintura clásica pasa por la repetición y responde a reglas extremadamente precisas. Éste empieza trazado con el pincel diferentes formas y pone una atención  especial a la manera de acabarlas, curvarlas, difuminarla  ,etc., hasta la repetición perfecta de un repertorio clásico establecido. Paralelamente el estudiante trabaja también en una serie limitada de motivos naturales por medio de este mismo proceso de copias repetitivas. En este sentido, los motivos naturales se tratan de la misma manera que la caligrafía. Por lo tanto esta forma de pintura supone una visión social homogénea del medio natural, un consenso previo que dará sentido a los rasgos acentuados y que podemos encontrar al inicio de los poemas clásicos.

En consecuencia también  existe un modelo ideal  de berenjena unida al otoño, de la rana unida a la estación de lluvias, etc. estos modelos no deben tomarse como una simple interpretación platica del objeto, sino como un soporte de reflexión que evoca un momento del ciclo de la vida, con su sonido, olores y en definitiva con todas las impresiones que se asocien a ellas.

Las imágenes proceden de una vida estrechamente ligada a la naturaleza.

La kata es una formalización de una sensibilidad colectiva y por ello contribuye a entrenarla. Sin embargo el cuadro colectivo está unido a una involucración subjetiva y a partir del momento que el kata comienza a dominarse, este escapa a la simple repetición, aquí la formalización es particularmente blanda. De esta amanera al pintar una berenjena, el pintor repetirá, siguiendo los gestos requeridos, un cierto número de rasgos que habrá aprendido a reproducir, pero si la imagen está suficientemente interiorizada, detallara también particularidades del objeto de acuerdo al momento vivido.

Para que un repertorio muy diferenciado de signos se cristalice y se perpetúe, el kata eficaz supone la homogeneidad de un grupo social suficientemente limitado y sedentario.

Fuente : Kenji Tokitsu-Las Katas_