6.30.2008

Concurso de afiches

IOGKF organizó un concurso de afiches para el Budo Sai 2008 con el motivo del 120 aniversario del natalicio de Miyagi Chojun Sensei fundador del Goju Ryu,este fue ganado por IOGKF Colombia cuyo instructor es el Sensei Roberto Zapata Luna (2º Dan IOGKF),pero hubo muchos otros muy buenos que son estos que mostramos aquí.










Clase y cena de despedida

El Sábado 5 de Julio se hará la clase y cena de despedida de la gente que viaja a Okinawa para participar del Budo-Sai.
La clase tendrá el carácter de abierta todas las graduaciones y se relizará en el Club Petirossi de Ensenada (San Martín al 1000), sera dictada por el Sensei Gustavo Tata (5º dan) Jefe de Instructores de IOGKF Argentina.
Al final de esta habrá unas pizas y algún cantor hará el deleite de los asistentes.

6.28.2008

Nuevas graduaciónes en el Okinawa Dojo


El día Sábado 28 de Junio se realizo la Segunda graduación del año de alumnos del Dojo de Punta Indio.
En esta oportunidad fueron examinados por el Sensei Gustavo Tata (5º Dan) y Jefe de Insrtuctores de IOGKF Argentina los siguientes alumnos Sergio Monge a 4º Kyu (Cinto Azul),Nahuel Volonte a 5º Kyu (Cinto Violeta) y Mateo Colman a 6º Kyu (Cinto Verde), todos ellos graduaron satisfactoriamente.
Además graduó a 1º Kyu (ultimo Cinto Marrón) tras un extenso examen Agustín Rey quien fuera alumno del Okinawa Dojo hasta 3º Kyu (primer Cinto Marrón) actualmente viviendo y entrenando el La Plata.

6.27.2008

Perfiles:Mateo Colman



Nombre: Mateo Colman
Edad:6 años
Graduación: 7º Kyu (la semana próxima gradúa nuevamente)
Tecnica preferida: Mawashi geri
Diversiones:Revolucionar todo antes de las clases con las figuritas de Dragon Ball.
Mateo comenzó a practicar hace poco tiempo pero avanzo muy rápidamente y enseguida se adapto al entrenamiento y es muy entusiasta en las clases. Ya a competido en torneos y participo del Gasshuku que dictó el Sensei Higaonna en Argentina, su actual cinto naranja fue firmado este.
El dibujo fue realizado por Mateo.

6.26.2008

El viaje a Okinawa fue declarado de interes legislativo en Magdalena


El Honorable Concejo Deliberante de Magdalena declaro de interes legislativo el viaje de la delegación de IOGKF Argentina al Gasshuku Budo Sai de Okinawa organizado por el Sensei Morio Higaonna (10º Dan.
La delegación compuesta por el Sensei Gustavo Tata (5ºdan), Gabriela Perez (4º Dan), Jorge Vazquez (3ºDan), Luciano Silvi (2ºDan) también tendrá presencia puntaindiense ya que viajaran su Instructor Fernando Muñoz (4ºDan) y Diego Peretti (1ºDan).
La delegación viajará a Okinawa desde el 15 de Julio hasta el 6 de Agosto.
La foto es de la declaracion de interes legislativo.

6.20.2008

Página oficial de Okinawa


Clickeando aquí podrán ver la página oficial de la Prefectura de Okinawa, donde se puede navegar viendo aspectos de la cultura de la isla incluido el Karate que nació en este legendario lugar.
Además de apreciar los hermosos archivos digitales realizados con una gran calidad y un gran sentido estético,podemos ver también a varios maestros de karate de diversos estilos y representado al Naha-Te (actual Goju Ryul al Sensei Morio Higaonna (10º Dan) realizando el Kata Suparumpei el mas avanzado del estilo.
(Cerrar la ventanita que dice "instalar paquetes de idiomas")

6.18.2008

Semana de las Artes Marciales


Del 16 al 20 de Junio el National Geographic Channel pondra en el aire un especial sobre artes marciales muy bien tratado del punto de vista de la fisica y la biomecanica, con imagenes muy impactantes tambien, para mas informacion clickear aqui.

Graduación

El Sábado 28 de Junio se llevara a cabo en el Hombu Dojo de Magdalena la segunda graduación del año del Okinawa Dojo de Punta Indio, estan en condiciones de graduar:
Matias Cusano a 9º Kyu, Mateo Colman a 6º Kyu, Nahuel Volonte a 5º Kyu y Sergio Monge a 4º Kyu, suerte a todos.

Okinawa, el secreto de vivir mas de 100 años


OKINAWA: El secreto de vivir más de 100 años. GLORIA TORRIJOS. EL PAIS SEMANAL - 10-02-2008
Shangri-La, cuyos habitantes tienen cientos de años, es una invención del escritor británico James Milton (1900-1954) en su novela de 1933 Horizontes perdidos. Pero el pueblo japonés de Ogimi es quizá el lugar real que más se parece a ese paraíso, con la mayor concentración de centenarios del mundo, que gozan de buena salud y viven en un clima subtropical de vegetación exuberante frente a las aguas que adquieren tonos turquesas en esa zona del océano Pacífico que baña sus playas.
Matsu Taira se despierta cada mañana a las seis, se asea, desayuna, arregla la casa y hasta el mediodía trabaja en su huerto, de donde obtiene la mayoría de los ingredientes con que prepara diariamente su comida, realizada casi exclusivamente con vegetales, a los que añade cada cierto tiempo algo de cerdo cocido. Tras la comida se reúne con alguno de sus vecinos, y por la noche prepara su cena, ve la televisión o escucha la radio y se acuesta temprano.
Nada de esto sería llamativo si no fuera porque Matsu tiene 99 años y goza de una salud envidiable que le permite vivir sola, como el 80% de los ancianos del archipiélago de coral de Okinawa.
Taira, viuda y madre de tres hijos, uno de ellos fallecido durante la II Guerra Mundial, acude a la entrevista un poco antes que su amiga y vecina Setsuko Taida. Ambas, que llegan ayudándose de sendos andadores, se ríen abiertamente cuando ven las fotos de este reportaje: "No estamos guapas. Se nos ve muy mayores". Setsuko se queja de las manchas oscuras en el rostro que no pueden ocultar las fotografías, y Matsu, también coqueta, lamenta que recientemente le ha salido un bulto grande y redondo en su párpado derecho que el médico ha recomendado no tocar.
Es evidente la complicidad entre las dos, pero su actitud ante la vejez es diferente. Matsu destaca que el próximo 3 de abril alcanzará los 100 años, y aunque está contenta, comenta que no sabe si quiere cumplir ya más. Por el contrario, Setsuko, que llegará a los 92 este 20 de febrero, asegura: "No me importaría alcanzar los 120. Adoro que mis nietos me llamen abuela, abuela. Es una palabra maravillosa, que no me canso de oír. Disfruto jugando con ellos".
Setsuko reconoce que alguna vez ha probado la comida norteamericana -"me gustó mucho"-, pero no se ha decidido a incluirla en su dieta; sin embargo, Matsu afirma tajante: "Las patatas fritas y las hamburguesas no son para mí".
Cerca de ellas vive Teru Kinjo, de 86 años y madre de cinco hijos. Ella confía en llegar a los 105, "la edad que ha cumplido ya mi suegra, aunque en un hospital".
Teru se levanta cada día a las cinco y, después del desayuno, pasea por el vecindario para visitar a sus amigas, cuida su huerto y hace bashofu, un tejido típico de Okinawa, el más antiguo de la isla, que se cree que tiene su origen en el siglo XIII. Al mediodía, cocina y come, para luego echarse una siesta "de dos o tres horas"; por la tarde vuelve a trabajar en el huerto y en el telar; cena y se acuesta pronto, "a las nueve". "Estoy bien. Muy sana porque soy libre. Nada limita mi pensamiento ni mi libertad, hago lo que quiero cuando quiero", asevera serena y sonriente desde el suelo, donde recibe a las periodistas sentada tejiendo en su taller de madera, colindante con su casa.
En la zona, Hatsue Yoshimana, de 85 años y madre de tres hijos, es conocida por sus habilidades culinarias, que le han llevado a crear un delicioso mochi, un pastelito japonés de arroz. La mermelada de flores es otra de las especialidades de esta mujer, que se felicita de "no necesitar comprar casi nada, pues la mayoría de mis alimentos los cultivo en mi huerto". Explica que no coge ni un resfriado y que visita al médico "sólo una vez al año" y únicamente para que le controle una incipiente osteoporosis, que no le impide ir a todas partes en bicicleta o andando.
Las estadísticas no dejan lugar a dudas. Ogimi, de 3.500 habitantes, de los cuales unos noventa cuentan 100 o más años, registra la mayor concentración de centenarios del mundo, según datos de 2006 del Ministerio de Salud, Trabajo y Bienestar de Japón. Las mujeres viven aquí un promedio de 86 años; los hombres, 79. Los problemas cardiovasculares son escasos, y el índice de infartos, cáncer de mama y de próstata se sitúa muy por debajo de la media nacional. El informe se basa en datos fiables, ya que en cada ciudad, pueblo y aldea de Japón se inscriben los nacimientos, bodas y fallecimientos en un koseki, o registro familiar, desde finales del siglo XIX, que se completa con un censo regular que se efectúa cada cinco años.
Ogimi se encuentra al norte de Okinawa, la prefectura más austral de Japón, integrada por 160 islas de las que 44 están habitadas por 1,3 millones de personas. La zona da a las aguas del Pacífico, que en esa parte recibe el nombre de mar de China Oriental; la selva subtropical cubre tres cuartas partes del pueblo, por el que corren ríos y arroyos, origen de un medio ambiente rico en biodiversidad. A los pies de esas frondosas colinas se extienden los numerosos huertos que cuidan sus venerables propietarios.
La receta para la longevidad de los habitantes de Okinawa parece sustentarse en la conjunción de ciertos genes y en varios elementos clave que conectan mente, cuerpo y espíritu: alimentación adecuada, práctica habitual de ejercicio y una vida tranquila y con sentido espiritual, según señalan los autores del informe El estilo de Okinawa. Cómo la gente más longeva del mundo logra una salud duradera.
La obra sobre los centenarios de la isla es el resultado de las investigaciones que comenzaron en 1976 el geriatra y cardiólogo japonés Makoto Suzuki y los hermanos gemelos estadounidenses Bradley y Craig Willcox, internista y antropólogo, respectivamente. Los tres expertos desentrañan los factores determinantes de la larga vida y afirman que la genética no es determinante, aunque influye en un 30%.
En la comida, estos ancianos evitan casi totalmente los productos animales y dan preferencia a frutas como la papaya y a hortalizas como zanahorias, repollo, cebollas, pimientos verdes y lechuga, más una mezcla de algas y de hierbas como la albahaca. Su alimentación incluye, asimismo, pasta, arroz, maíz y pescado (salmón y atún, ricos en ácidos grasos omega 3, son los favoritos; los suelen comer hasta tres veces al día), mientras que de carne roja y huevos sólo toman unas pocas porciones a la semana.
Todo ello lo acompañan con té verde o negro (ricos en antioxidantes), y evitan la leche y el azúcar; además toman mucha agua (de 8 a 12 vasos diarios) y cúrcuma, una de sus especias favoritas para aderezar las comidas o para beber, a la que se atribuye un sinnúmero de beneficios para la salud.
Es lo que en algunos restaurantes de Okinawa se anuncia en inglés como Okinawan food, slow food, sin apenas grasa ni calorías y, a cambio, muchos vegetales. Ese lema no sólo se refiere a que esta gastronomía tiene su base en la frugalidad, sino también en degustar despacio para que cuando el cerebro reciba la señal de saturación del estómago, habitualmente a los 20 minutos de haber comenzado a comer, no se haya ingerido demasiada cantidad de alimentos.
La moderación, una de las claves de la longevidad de estos ancianos de Okinawa, se conoce con el aforismo inspirado en el confucianismo hara hachi bu, que viene a decir: come hasta que estés lleno al 80%, una garantía para llegar a una edad avanzada con buena salud.
Está claro que no hay una poción mágica. Investigaciones en el Instituto Nacional de Gerontología estadounidense han confirmado que limitar la ingesta de calorías supone un aumento de la esperanza de vida en todas las especies estudiadas, desde la mosca de la fruta hasta los primates. Los habitantes de Okinawa son, probablemente, el mejor ejemplo de población humana que ha aprendido de esa regla.
Además, los vecinos de Ogimi usan, mientras pueden, la bicicleta para trasladarse; un medio de transporte muy extendido en Asia y que en Okinawa resulta muy útil porque es la mejor manera de circular entre los estrechos caminos que separan sus casitas. El ejercicio físico en estas islas es un medio de vida en el que se incluyen los bailes tradicionales, mucha jardinería, pescar, andar y las artes marciales; de hecho, el karate moderno fue inventado por uno de sus habitantes, Funakoshi Gichin, en la primera mitad del siglo XX, a partir de las artes marciales de Okinawa.
En Ogimi desempeña un papel central el telar de Kijoka, a tres kilómetros. A él acuden regularmente las ancianas, incluidas las centenarias, a mostrar a escolares y a turistas cómo tejer bashofu. Es una de las señales de que los habitantes mayores de estas islas llevan una vida muy relajada. Más claves: meditan habitualmente, lo que les ayuda a relajarse; cultivan el optimismo y el sentido del humor, y mantienen una red tupida de lazos con sus familiares y la comunidad, donde se cuidan unos a otros tanto en el aspecto emocional como en el financiero y social, y en cuyas actividades participan. Subraya el estudio de Suzuki y los hermanos Willcox: "Hay un elemento cultural, y es que la gente de Okinawa forma una comunidad muy unida en la que es importante el yuimaru, que en Japonés significa el círculo de relaciones".
Frente a otras sociedades, los ancianos japoneses afrontan la vejez con la complacencia y el disfrute que el confucianismo y el budismo que impregna sus vidas confiere a los más mayores. Al contrario de lo que sucede en Occidente, en Okinawa los ancianos disfrutan de gran respeto social. Muestra de ello es que, cuando se llega a los 60 años, se celebra el kanreki, o comienzo de la edad mayor feliz; el toukachi, a los 88, y el kajimaya, la mayor fiesta de todas, al alcanzar los 97; en ella los ancianos visten de rojo, como símbolo de regreso a la juventud, y portan un molinete de papel o kajimayaa en un desfile a través del pueblo en el que la gente se les acerca para tocarles o estrechar sus manos, pues piensan que de esa manera compartirán salud y longevidad.
La espiritualidad de los mayores de Okinawa está presente en el aforismo confuciano de evitar comer hasta saciarse, en la meditación y en la relación que guardan con la naturaleza, que les viene de los principios de la filosofía sintoísta. En Japón conviven en plena armonía el sintoísmo, bajo cuyos rituales se suele celebrar el nacimiento y el matrimonio; el budismo, que llegó desde China en el siglo VI, destinado, por lo general, para actos funerarios, y el confucianismo, que considera realizada a la persona en tanto que ser social que ocupa un puesto y desempeña una función en una comunidad.
El confucianismo da gran importancia a los ritos como forma de conservar el pasado mítico legado, como símbolo de jerarquía y poder, como método de autodisciplina y dominio de uno mismo y como garantía de que la sociedad y el Estado funcionan correctamente.
El estudio de los centenarios de Okinawa demuestra que la longevidad es una cuestión más de costumbres que de genes, dado que los propios habitantes de Okinawa han visto reducida dramáticamente su esperanza de vida cuando se han trasladado a vivir al extranjero, como ocurrió con los que fueron reclutados en 1930 para trabajar en las plantaciones de caucho en Brasil, donde consumieron en abundancia carne de vacuno por ser barata, lo que derivó en una expectativa de vida 17 años menor que la de sus vecinos en la isla.
Pese a la gran influencia estadounidense -en Okinawa está desplegada la mayor cifra de fuerzas militares de Estados Unidos en el país asiático, 18.000 efectivos repartidos en nueve bases-, la gente mayor no ha cambiado apenas o nada sus gustos alimenticios; pero no se puede decir lo mismo del resto, que padece, además de exceso de peso, diabetes, tensión alta y tabaquismo. En 2005, la publicación de un censo conmocionó a Okinawa al revelar que la esperanza de vida de los hombres de la isla cayó hasta el puesto 26 de la clasificación mundial y hasta el último de Japón por el aumento de la tasa de suicidios, que llegó ese año a 27,5 por cada 100.000 habitantes.
Las cosas están cambiando. El índice de suicidios se incrementa en Okinawa mientras disminuye en el resto de Japón, y afecta especialmente a la generación de los nacidos entre 1946 y 1949 por encontrarse en el momento crítico en sus vidas, en que hacen frente a su próxima jubilación y en que son más susceptibles a desarrollar depresión por la edad, aseveran responsables del Centro de Bienestar Psiquiátrico de Okinawa.
Suzuki ha subrayado "la paradoja de Okinawa", es decir, la curiosa convivencia de los jóvenes fumadores y obesos por adoptar la forma de vida estadounidense de desplazarse siempre en automóvil, pasar el tiempo libre en centros comerciales e ingerir comida basura, y las personas más longevas del mundo que llegan a esas edades en excelente estado físico y mental.
El experto establece una relación directa causa-efecto entre la instalación de las bases estadounidenses en Okinawa y la pérdida de las saludables costumbres. El primer McDonald's de Japón no se abrió en Tokio, sino en esa isla en 1976, que hoy cuenta con el mayor porcentaje de hamburgueserías de todo el país (8,19 por 100.000 habitantes). Concluye Suzuki: "Los mayores están viviendo más tiempo, pero los jóvenes están muriendo cada vez más jóvenes".

6.13.2008

Nacimiento del Karate en Okinawa


De acuerdo a una vieja anécdota, el Emperador Napoleón se vio maravillado y admirado, al escuchar de la existencia de un país del este asiático,que aunque pequeño, era independiente y no poseía ningún arma. Localizado al sur de Japón, aquel país, antes llamado el reino de Ryukyus y ahora conocido como la prefectura de Okinawa, fue el sitio de origen del karate.
Nadie sabe en qué momento el karate hizo su primera aparición sobre Ryukyus. En el pasado se mantuvo siempre en estricto secreto de los extranjeros, y no se tiene ningún registro al cual referirnos para información.
Hubieron dos ocasiones en la historia de Ryukyus, en las que se prohibió las armas por edictos gubernamentales; la primera vez hace más de quinientos años y la segunda vez doscientos años después. Estas prohibiciones no hicieron otra cosa excepto ayudar al desarrollo del karate.
Hasta el comienzo del siglo XV Ryukyus estaba dividido en 3 reinos independientes: Chuzan, Nanzan y Hokuzan -- cada uno luchando contra el otro por supremacía. Chuzan eventualmente prevaleció y el país se unificó bajo su rey, Sho Hashi (1372-1439). Se estableció inmediatamente un gobierno no militar. Se editó un estricto edicto que prohibió cualquier posesión de armas.
Por dos siglos se gozó de paz, luego en 1609 se vieron atacado por Shimazu, gobernadores militares del sur de Kyushu, Japón. Luego de una gran resistencia, Ryukyu cae en manos de Shimazu. Nuevamente se prohibieron las armas, esta vez no sólo al pueblo, sino a las clases altas también. Muchos historiadores están de acuerdo que esta segunda prohibición fue el que estimuló la creación de medios de autodefensa sin armas. Aun así, ya se practicaban algunas formas de combate sin armas anterior a la invasión.
Ya que las Ryukyus fueron un estado tributario de China, hubieron periodos de frecuente contacto con China, por lo que hubiere sido muy natural para el kempo (lit., "método del puño") haber sido importado a la isla. Elementos de kenpo fueron probablemente adaptados e incorporados a los estilos de combate local. De esta manera se originaron los dos precursores del karate-do, Okinawa-te y To-de. Como niños, a menudo escuchábamos a nuestros mayores hablar sobre éstos últimos dos y es muy razonable asumir que antes el primer término se refería a formas de combate que involucraban a la tradición del kempo chino, y el segundo término a las técnicas de combate nativos.
La historia de las artes marciales en China pueden seguirse por a lo menos 6000 años pero los registros se hacen más claros hace 3000 años. Durante el reinado del Rey Wen en la dinastía Chou. Durante este periodo se sistematizaron los métodos antiguos de lucha, principalmente debido a los esfuerzos de tres hombres, Ta-Shang Lao-ch'un, Ta-yi Chen-jen y Yuan Shih-t'ien, que fundaron lo que podría ser llamado las Tres Escuelas Primitivas de técnicas de artes marciales. Sus sistemas se han pasado de generación en generación, a través de discípulos, que agregaron mejorías y eventualmente alcanzando las técnicas altamente refinadas de la actualidad.
Fuente:www.redmarcial.com.ar

6.09.2008

Rumbo a la mítica Okinawa


El 15 de Julio partimos hacia Japón (Okinawa) para concurrir al Word Budo Sai en el Budokan de Okinawa.Este encuentro se realiza en homenaje a los 120 años del nacimiento de Chojun Miyagi por lo que sera un gran evento donde ya confirmaron 1500 practicantes de los 60 países que conforman IOGKF.
Este viaje sera de gran importancia para el Okinawa Dojo de Punta Indio ya que viaja su instructor Fernando Muñoz (4º Dan) y Diego Peretti (1º Dan) en la delegacion conformada por el Jefe de Instructores Gustavo Tata (5º Dan), Gabriela Perez (4º Dan),Jorge Vazquez (3º Dan) y Luciano Silvi (2º Dan.
La mítica isla de Okinawa es la cuna del Karate y el Hombu Dojo internacional donde se encuentra el Sensei Higaonna (10º Dan) y donde iremos a entrenar después de los 6 días de entrenamiento en el Budokan.
Este viaje es el viaje soñado para cualquier karateka del mundo ydel cual sacaremos provecho seguramente, para mas información sobre el Budo sai clickear aquí.
Proximamente iremos informando sobre la historia y cultura de Okinawa.

6.07.2008

Perfiles


En esta nueva sección pondremos una breve reseña de los integrantes del dojo.
Nombre: Hugo Brest
Graduacion: 2º Kyu
Edad: 11 años
Comienzo de la practica:a los 6 años
Apodo: Hugote
Preferencias: Kata
Otra actividad: comenzó recientemente con Rugby
Hugo a participado de una gran cantidad de torneos y gasshukus y es unos de los niños con mas experiencia en el Dojo y de los que tienen mas regularidad,también participa de clases de Danes y Marrones y es un excelente alumno en la escuela.
la bandera que vemos en la foto la realizó el.

6.04.2008

La primera reunión con el Sensei Higaonna


Una ocasión memorable: Mi primera reunión con Sensei.
En mayo de 1972, concurrí al 2do campeonato del mundo de WUKO en París,aquí que conocí al Sensei Higaonna por primera vez. Él iba a enseñar a Suráfrica y debía reunirse con la gente de allá. El sensei Higaonna no había reservado habitación para él, en el estadio me dijo que no tenia donde dormir.
Invité a Sensei que compartiera mi habitación muy modesta en Pigalle. Él aceptó pero insistió que él dormiría en el piso mientras que yo dormiria en la cama.
Después de persuadirlo que o dormiríamos en el piso o que compartiriamos la cama, el Sensei acepto lo ultimo. La cama era bastante grande pero tenía un colchón muy suave y resortes quebrados. Sensei que era más pesado que mí se hundió profundamente en la cama elevandome, aferrándome al respaldo para no molestarlo.
Antes de ir a dormir, Sensei pidió que hiciera una cierta técnica básica, que él bloqueó con un hiki-uke tan de gran potencia que aterricé en mi parte posterior dos veces, entonces sabía, que era un privilegio estar en presencia del decano del mundo del karate. Me comprometi entonces allí mismo, a visitar al Sensei en Japon
Este sueño fuecumplido en agosto de 1974, cuando visité Sensei y entrené 3 semanas en el dojo de Yoyogi y dos semanas en un Gasshuku en Okinawa.

Leon Pantanowitz, IOGKF Israel (Fallecido recientemente)
Fuente www.iogkf.com