10.12.2007

Chojun Miyagi


Recuerdos de mi Sensei Chojun Miyagi.
Este relato es una parte del árticulo:
"Chojun Miyagi el maestro de Karate. Su gentileza es infinita. Él predica la moral". Escrito por Genkai Nakaima.
Magazine "Aoi Umi" No.70 Febrero de 1978 (pag. 99-100) Publicado por Aoi Umi Shuppansha.
Traducido al ingles por el Sr. Sanzinsoo (Taiwan) Sanzinsoo@hotmail.com
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…Era la primavera de 1923. Yo tenía sólo 15 años cuando le dije a mi padre que quería aprender Karate con Sensei Miyagi. Él me dijo: "Sería fantástico que tu puedas aprender de Bushi Miyagushiku", y me dio su permiso.
En ese tiempo, Sensei Miyagi ya era famoso por su Karate, de manera que para mi padre era el mejor profesor que yo podría tener…
Nosotros, la gente de Kumemura, en Okinawa, estamos orgullosos de nuestro linaje chino. Creemos que nuestros ancestros llegaron desde China a Okinawa, de manera que respetamos altamente no sólo la literatura y el arte chino, sino que las artes de lucha por igual.
Así es como para las Artes Literarias formamos "Merindo", algo parecido a una universidad de hoy, en donde la juventud recibía educación. Sin embargo, las artes de combate como el "Karate" y el "Bo" las practicábamos individualmente, tomando en cuenta la fortaleza física de cada uno.
De acuerdo al programa del festival cultural en la escuela "Meirindo", también se realizaron demostraciones de "Bo" Tesshaku o Tiechi (Sai) y las formas de defensa, "Sesan", "Chishokin", "Tohai" y "Suparinpe". La mayoría de estas demostraciones fueron las mismas que Sensei Miyagi nos había enseñado.
Cuando las lecciones de Sensei Miyagi comenzaron, teníamos clases los Lunes, Miércoles y Viernes desde las 3 p.m. y hasta las 8 p.m., en su casa, no en un dojo como en estos días.
Un poco después, mi amigo Bunshun Tamagusuku abandonó las practicas. Su tío era un famoso Karateka llamado Jin-an Shinzato así es que quedamos solo tres miembros: Tatsutoku Sakiyama, su apellido era entonces Senaha; Kiju Nanjo, cuyo apellido familiar en esos días era Azama, y yo.
Las clases consistían en ejercicios preparatorios, ejercicios complementarios y movimientos de pies de Sanchin.
De acuerdo a las explicaciones que nos daba Mijagi Sensei, entendíamos que los ejercicios eran para prepararnos físicamente, y así posteriormente estar en forma para el entrenamiento tradicional de Karate, como Sanchin y otros ejercicios de Katá. Los ejercicios preparatorios también nos servían como calentamiento previo.
Otra razón para su práctica, era fortalecernos físicamente y entrenar todos los músculos que pudiéramos necesitar en cualquier situación. En resumen, formar a través de los ejercicios preparatorios un cuerpo de karateka.
Los ejercicios suplementarios eran un tipo de entrenamiento para aprender los componentes técnicos y básicos de un katá. Esto ayudada a entender la ciencia, la lógica del Karate y al mismo tiempo mejoraba nuestra destreza en el arte, con el desarrollo de las habilidades atléticas y la fortaleza física. De esta forma podíamos establecer los fundamentos del Karate a través de la practica de los ejercicios preparatorios y suplementarios.
Mijagi, después de las prácticas, por dos o tres horas nos contaba varias historias. Los temas no eran sólo relacionados con Karate, sino también con las situaciones mundiales. La situación presente de los círculos de practica de Karate, el origen del Karate, su actitud de investigación acerca del Karate y el Budismo, la ejecución de las artes tradicionales de Okinawa y otros temas similares.
En ese tiempo, aunque éramos sólo jóvenes adolescentes, Sensei Mijagi nos instruida acerca de la verdad en el Karate, el alma de un maestro o el camino del Karate, llamándole a este "el camino del hombre o la moralidad".
Aún recuerdo su rostro brillante y sus ojos penetrantes en cuya mirada encontré el verdadero amor y gentileza de un maestro. Les contaré a continuación algunas de las palabras que recuerdo de Sensei Mijagi:
"…Si tú practicas sólo Katá Sanchin, el resto de tu vida no necesitarás practicar ningún otro Katá. Sanchin es esencial y muy importante".
Al respecto un día yo le pregunté: Sensei, ¿Cuántas veces usted debe practicar Sanchin para sentir que lo ha hecho bien?
Él me contestó: "Creo que he hecho bien el Katá Sanchin una de cada treinta veces practicadas".
Entonces él era joven, 34 o 35 años. Sus palabras aún me impresionan:
"…La posición de las manos al terminar el Katá Sanchin es la misma de la estatua de Buda".
…Sensei Mijagi siempre nos contaba esta historia. Creo que la posición de las manos al terminar Sanchin es la más hermosa expresión de oración. De hecho, he visto la misma posición de las manos en algunas estatuas de Budas en algunos templos.
"…El Goju es como las ramas del sauce movidas por un fuerte viento.
El viento poderoso mueve las ramas y el sauce nunca se resiste, sólo permanece pasivo, y así sus ramas nunca serán quebradas o destruidas.
De esta forma aprovechamos la fuerza del adversario…
Este es un secreto del arte que debemos perfeccionar a través de la práctica".
Creo que fue en el 1926, cuando en los jardines del Templo Meiji de Tokio se celebro el "Encuentro Nacional Atlético" y el Sr. Jin-an Shinsato, discípulo de Mijagi participó demostrando Karate como un "Arte de defensa Tradicional o Clásico". Entonces uno de los directores del encuentro le pregunto cuál era el nombre del estilo que practicaba, le contesto.. "Goju-Ryu" (Estilo de la fuerza y la sutileza)
Después le explico a Sensei Mijagi lo que había pasado y Mijagi aprobó el nombre, desde entonces nos comenzamos a llamar "Goju-Ryu".
Una vez le pregunte a Mijagi:
"Sensei, ¿Tiene usted ojos en la espalda? …Se dice que incluso si le seguimos en secreto y calladamente, usted inmediatamente nota nuestra presencia y rápidamente se da vuelta para sorprendernos ".
Miyagi Sensei contestó:
"Nadie tiene ojos en la espalda, sin embargo cuando camino por las calles algunas veces siento algo extraño, creo que es a lo que se le llama sexto sentido".
"Siempre debemos tener cuidado cuando doblamos una esquina, caminamos por una calle en la lluvia o pasamos bajo una escalera…
Sería muy útil para la defensa propia si practicamos Karate lo suficientemente duro como para estar acostumbrados a tener precaución. Como resultado de un largo tiempo de entrenamiento en Karate, podemos obtener el llamado sexto sentido y darnos cuenta si alguien nos esta siguiendo. Estudiar el Karate en estos días, es como caminar en la oscuridad sin una linterna, debemos tantear nuestro camino en la oscuridad".
También Sensei Mijagi me dijo:
"Hay muchas cosas en el Karate que no parecen tener sentido y hay muchas otras que no puedo entender, por esto, mientras nuestros grandes maestros aún están vivos debemos buscarlos y hacerles todas nuestras preguntas. Pienso que aún así es difícil encontrar todas las respuestas."
…Yo incluso fui junto a Sensei Mijagi a visitar y escuchar en sus hogares las enseñanzas de los grandes maestros Chomo Hanashiro Sensei e Itosu-No-Tanmee (Itosu, el gran maestro)…

Genkai Nakaima.
Febrero de 1978.
Fuente:www.dojosanchin.cl