3.11.2009

El Budo y el rito de la guerra (II)

la agresividad benigna, como vemos, esta relacionadas con la propia conservación de la vida, a través del ciclo y del rito natural, sin embargo existe otra agresividad que los científicos llaman maligna y que únicamente llevada a cabo por animales enfermos o por el hombre. Esta se manifiesta cuando se deriva placer de herir o dar muerte a otro ser o cuando la caza no tiene por objeto la alimentación y se lleva a cabo por deporte.Todos sabemos que el único ser que lleva a cabo estos actos es el hombre. Existe algo muy primitivo en el deseo de dar muerte a otro ser por la satisfacción de apretar el gatillo. Este placer primario alcanza su cenit cuando algunas compañias organizan de forma secreta viajes a la selva amazónica para magnates y hombres de empresa con el objeto de sentir el ultimo placer de la caza: matar a un hombre, en este caso un inocente habitante de la jungla.
En la india el símbolo de la paz es un elefante blanco, un animal que posee muchos medios para ser violento y que sin embargo es extremadamente pacifico.
En Occidente se ha escogido a la paloma como símbolo de esa paz, pero la paloma no es un animal pacifico, al contrario es agresivo y violento, no respeta rito alguno de lucha y en general actúa en forma inesperada y a traicion con el resto de su bandada y de otras especies.
En el campo de batalla aparecen los aspectos humanos mas extremos: crueldad,barbarie,lucha fratricida, unidos a la valentía el heroísmo, la humanidad mas arrolladora, a las expresiones de amor y autosacrifício mas inconcebibles.Podemos afirmar que en la guerra se manifiestan tanto el hombre primario e instintivo como el hombre espiritual o divino. Las culturas mas avanzadas no han sucumbido en tiempo de guerra, sino de paz.
Dentro de un hombre belicoso, agresivo o violento, hay alguien que huye de si mismo, que tiene miedo de contemplarse en su propia realidad, que se esconde de ese otro yo, mas real, mas profundo.
En Budo por el contrario, la violencia es dirigida en forma inteligente hacia adentro, hacia las raíces interiores de la agresividad, del miedo,del egoísmo, de la vanidad, del orgullo.
En el verdadero Budo se trata menos de vencer a un adversario exterior que de vencerse a si mismo.
Jamas existirá una paz estable y duradera ente las naciones si el hombre no es capaz de encontrar primero en si mismo las raíces de la guerra y alcanzar la paz interior.


"Un verdadero guerrero no es belicoso.
Un verdadero luchador no es violento.
Un verdadero vencedor evita el conbate.
Un verdadero jefe es humilde ante sus hombres"

Lao Tse
Fuente:Ronin,Ediciones Obelisco,Autor:Carmelo Ríos,Año:2000