1.29.2008

OKINAWA, UN LUGAR MAS QUE KARATE…


En el 2002 tuve la oportunidad de viajar a Okinawa y me di cuenta que es lugar que encierra mil sorpresas. A mi expectativa estaba el acuario más grande de Japón, las playas más limpias y azules, el mango, la piña y su historia. Pero cuando llegué a Naha, su capital, encontré que su gente era de una raza diferente, sus ojos más grandes, su color más oscuro, su hablado es más extraño donde te reciben en el aeropuerto diciendo “mensore-“ que en Okinawa significa Bienvenidos.
Dragones por todas las entradas uno con una boca abierta y el otro con la boca cerrada. Simbolizando una “A” y una “N”. La A es el comienzo del alfabeto japonés, es el de la boca abierta y significa el comienzo de TODO, pero al mismo tiempo a su derecha esta el otro Dragón con la boca cerrada que simboliza el fin que el alfabeto japonés termina en N.
Okinawa encierra la alegría y nostalgia de su gente. A pesar del dolor de sus guerras y sometimientos se percibe en el ambiente un clamor de paz y libertad y a su vez la esperanza que un mejor mañana. El monumento a la Paz no es solo un mero símbolo, es la memoria de los más de 100.000 civiles muertos en la Guerra. Es un monumento que muestra que la guerra solo lleva a la destrucción y dolor. Okinawa a pesar del tiempo tiene heridas que aun no se curan, a pesar de los años, las abuelas y abuelos que vivieron en esa época no borran de sus mentes los espantos de las mil injusticias que se cometieron en la Isla. Una de ellas es la historia de las HIMEYURI, las niñas que dieron sus vidas para salvar a los soldados de los Norte Americanos, una masacre que aun se conserva en la memoria de los Okinawenses. Por esto y mil detalles más Okinawa es un lugar más que Karate.
Emy Itabashi
Casa Japonesa Origami
Fuente: www.colombiamarcial.com