Noción
moderna del budo
Desde
mediados del siglo XIX , la sociedad cerrada y autárquica del Japón va a ser
sacudida por la amenaza occidental. En el periodo Meiji la noción de espacio
social se amplia para sus habitantes, el país, representado hasta entonces por
el señorío, es representado ahora por el estado. Esta ampliación de la visión del
mundo la viven os guerreros como una crisis profunda. Su modelo de acción, que
era eficaz en el periodo anterior, deja de ser válido como tal. El compromiso
con el arte marcial se valoraba socialmente en la medida en la que hacia entrar
en la vida el culto a los ancestros y la fidelidad al señor. Fue recuperado en
la estructura de los katas, al formar estos un encadenado dinámico que incitaba
a los guerreros a implicarse profundamente en la búsqueda de la perfección.
La llegada
de los occidentales precipita el hundimiento del mundo que había dado
nacimiento a dicha perfección. El modelo de acción elaborado en el pasado debe
encontrar otra estructura. Kano Jigoro concreta un nuevo modelo con la creación
del judo. Con la noción moderna de budo, elabora una estructura que aúna el
conocimiento de los métodos occidentales con el modelo de acción de los quereros.
La noción de budo permite enfrentar el nuevo mundo, más grande, en el que el
estado japonés está amenazado. La identificación con ese estado explicaría la
enorme implicación en la estructura y la lógica del kata.
Con
anterioridad los quereros se implicaban en la búsqueda de al perfección
mediante la práctica del arte marcial, puesto que este tenía una dimensión religiosa
y cósmica. En la sociedad en movimiento que se ha convertido Japón, la práctica
de las artes marciales, separada de su soporte social, ya no es el círculo
perfecto en el que uno puede implicarse a fondo. Solo si se une con el estado
en peligro puede completarse el círculo, puesto que el emperador, con la nueva noción
de estado japonés, pasa a ser una encarnación moderna de las creencias
profundas en lo sagrado. Esta es la manera en que la práctica del judo tiende a
la perfección, cuando Kano Jigoro les devuelve esos valores y enseña a los
estudiantes que, mediante el judo (practica corporal muy asociada al estudio),
se convertirán el “pilares del estado”.
Fuente:
Miyamoto Musashi de Kenji Tokitsu.