3.11.2009
El Budo y el rito de la guerra (I)
La guerra y la paz ha estado siempre unido a las artes del budo, en efecto el propio ideograma japones BU tendría una traducción asimilable al termino guerra o combate y su latinizacion Artes Marciales relacionaría directamente al Budo con el dios de la Guerra,Marte. Sin embargo existe otra traducción de este antiguo ideograma que nos resulta mucho mas explicativo, ya que la interpretación real del viejo ideograma chino BU implicaría el concepto de cesar en el combate o dejar de combatir, pues literalmente Budo significa la vía de la retención de la lanza, pero ¿de que lanza de trata?¿Que significa exactamente para un guerrero dejar de combatir?.
Desde el alba de los tiempos, la guerra ha sido un hecho cotidiano en la vida de los hombres y los antropólogos afirman que las tiranías comenzaron con la aparición de las armas de hierro.En uno y otro hemisferio y a través de los tiempos, la guerra ha sido algo cotidiano, continuo, necesario para algunos, terrible para otros y en general íntimamente unido a la preservacion de la paz.Podríamos pensar que es algo profundamente enraizado con el propio instinto de conservaciòn de los seres, expresando a través de la lucha por la supervivencia de los pueblos.
Es también que el amor a la guerra corresponda al ancestral rito de la caza y la depredacion que conservamos indeleblemente grabado en el inconsciente.
El deporte actual -convertido ahora en una especie de guerra civilizada- es un vivo ejemplo y numerosos estudios psicológicos se han realizado ya en relación a la competición deportiva.
La etología ,ciencia que estudia el comportamiento de las especies animales y del hombre mismo, nos enseña que existen dos instintos muy primarios en los seres. la depredación de las especies inferiores y la reproducción, ambos nacidos del instinto de conservación,este se expresa de múltiples y diferentes formas que van del rito mismo de la caza hasta el apareamiento. En uno y otro se ha constatado el factor agresividad, es decir la destrucción de un posible adversario en el rito nupcial o de una especie que entre en el ciclo alimenticio de otra, sin embargo la ciencia nos dice que esta agresividad o violencia entre especies corresponde a ciclos a ritmos fijos, a verdaderos rituales.
En las especies superiores, algunos felinos y cánidos en especial, la lucha se manifiesta a través de un complicado rito de símbolos que generan reacciones en el oponente.
El caso mas estudiado y hermoso es el de los lobos, la sabia naturaleza ha creado a través de la ley de selección y de adaptación al medio, todo un drama ritualizado que sirve para seleccionar a los mejores y eliminar a los mas débiles o enfermos.
cuando dos machos de la manada se encuentran, ambos adoptan posturas agresivas: el cuerpo desciende, las orejas se desplazan ligeramente hacia atrás, la boca expresa una ligera cuev¡¡¡¡curvatura hacia abajo, las patas se separan, el rabo se esconde entre ellas y el pelo del lomo se eriza por acción de la adrenalina.
Con estos simples gestos, uno de los lobos -que emiten un gruñido característico- domina y vence al otro sin haberse producido un enfrentamiento real o derramamiento de sangre.Si el macho vencedor no se da todavía por satisfecho y desea exhibir su superioridad ante las hembras y los otros miembros del grupo, se acercara al perdedor que ahora esta ligeramente agachado por debajo del otro, se pondrá boca arriba y ofrecerá el cuello para mordido (rito de humillación), esto sera mas que suficiente y nunca sa ha producido el hecho de que el ganador diera muerte al perdedor.
Este rito extraordinario corresponde a mecanismos ancestrales que a través de las edades han protegido a la manada, habiendo mayor cantidad de hembras, los machos deben cuidar por la seguridad y perpetuaciónj de la especie, si ambos se enfrentaran en un combate real, uno de ellos resultaria muerto y el otro malherido, así peligraría la supervivencia de la especie por falta de nuevos cachorros, pues el macho herido quedaría imposibilitado para la reproducción.
Fuente:Ronin,Ediciones Obelisco,Autor:Carmelo Ríos,Año:2000