Es realmente una gran película, que nos muestra los extremos de la esencia de los seres humanos, por un lado tenemos a Taikan, con sus miedos, su ego, con la necesidad de alimentar su alma cobardemente, y por otro lado esta Giryu, humilde, puro, generoso, que no necesita mostrar su fuerza y su valor a nadie más que a el mismo.. A ambos, tan distintos, les entregan las mismas herramientas, el karate o generalizando, las artes marciales, para fortalecer su cuerpo, su alma, su corazón, artes marciales que a través de su filosofía, nos dice que mientras más fuerte es tu cuerpo, más humilde debe ser tu alma, y mas puro tu corazón.
Pero es nuestra esencia quien nos llevará a la derrota o a la victoria, sin importar nuestras habilidades, sin importar el momento en la vida, ya que nuestra gran batalla es contra nosotros mismos, nosotros somos nuestro peor enemigo, nuestros miedos, nuestro ego. Nuestra batalla comienza partiendo por reconocer a nuestro Taikan para luego enfrentarlo, combatirlo, hasta lograr vencerlo, para limpiar nuestra alma y recuperar nuestra esencia.
Es una batalla dificil y constante, a la que nos vemos enfrentados cada dia, pero la recompensa bien vale la pena el esfuerzo.
